Pep Guardiola revienta un fichaje de Florentino Pérez con 200 millones

Pep Guardiola va a por él. El técnico del Manchester City tiene entre ceja y ceja cargarse una de las operaciones que más encarriladas tiene Florentino Pérez: la de Harry Kane.

El delantero del Tottenham Hotspur es el elegido por el mandatario blanco para ser el relevo de un Karim Benzema que está ya más que sentenciado. Kane, que tiene a media Europa detrás, ya ha llegado a un acuerdo con el presidente, al quién solo le falta negociar su traspaso con los de Londres.

Pep Guardiola y los 200 millones para Kane

Pero le ha salido un competidor de altura. El precio de venta que le han puesto en Wembley a Harry es de 200 millones de euros, justo la cantidad que aparece en el cheque que tiene preparada el catalán para él.

El caso es que desde el Real quieren apretar y rebajar el precio, algo que Guardiola no tiene intención de hacer. Sabe que el Tottenham va a intentar rascar todo lo que pueda por la salida de su delantero centro y en el City no hay problemas de dinero.

No quiere jugársela

Tal y como apuntan desde dentro del club, no es un competidor menor para Pérez. Una de las condiciones que le está exigiendo el crack al mandatario blanco para aterrizar en Madrid es que el proyecto sea potente.

No quiere llegar a un equipo en decadencia y de ahí que, entre otras cosas, le haya pedido a Florentino que se cargue a Zidane y a varios pesos pesados del equipo.

Un proyecto ya consolidado

Un proyecto potente que ya tienen a día de hoy en Manchester. El conjunto citizen es una de las mejores plantillas de Europa y firme candidato a llevarse la Premier Legue y la Champions League.

Con Guardiola al frente, el City ha pasado de ser el eterno ‘quiero y no puedo’ a ser el referente en Inglaterra. Lo único que le falta es un delantero como Kane, con mucho gol y con ganas de comerse el mundo.

Y Pep no va dejar escapar al mejor ‘9’ de la liga sin pelear antes. De momento todo parece indicar que su destino final será el Bernabéu, pero Kane no decidirá hasta ver como acaba el año. Ojo que no todo está tan claro como presuponen en Chamartín.