Pep Guardiola lleva un mosqueo terrible con Florentino Pérez: la negociación secreta

El técnico catalán pone al presidente del Real Madrid bajo vigilancia

Protagonista. El choque entre España e Inglaterra disputado el pasado lunes en el Benito Villamarín, correspondiente a la tercera jornada de la UEFA Nation League, en el que la Roja firmó un ridículo espantoso en la primera parte, tuvo un protagonista más que destacado.

Se trata de Raheem Sterling, autor de dos goles en la primera mitad y uno de los ‘culpables’ de la humillación a España. De hecho, las miradas a priori iban a estar centradas en Harry Kane, que dio dos asistencias, pero el extremo del Manchester City eclipsó al ariete del Tottenham.

El Real Madrid espía a un crack del City

De hecho, asegura el Daily Mail, emisarios del Real Madrid estuvieron en el estadio del Real Betis para espiar a Kane, pero terminaron haciendo informes de Sterling, que se ha sumado a la lista de futuribles de Florentino Pérez.

En este sentido, destaca el rotativo que en el 2015 el Madrid ya se puso en contacto con el futbolista, al que tanteó para contratarlo para el equipo blanco cuando dejó el Liverpool, antes de fichar por el City.

Sterling tiene buena relación con el Madrid

Unos contactos que, apunta el medio, no se han perdido del todo y podrían reiniciarse en los próximos meses. Y Raheem no haría oídos sordos a los cantos de sirena que puedan llegar a la capital.

Sterling trata de escapar de la presión del Tottenham / EFE

El jugador termina contrato en el 2020 y de momento no ha renovado, con lo que en poco más de un año el Real podría negociar con el futbolista sin necesidad de pasar por las oficinas del Manchester. Y si la propuesta del Madrid gusta a Sterling, ya lo habrán visto en el Ethihad Stadium.

Una asunto que tiene muy mosqueado a Pep Guardiola, que tiene en el británico a una de sus piezas clave. Esta temporada, por ejemplo, suma ya cuatro goles y tres asistencias en 10 partidos. Por eso andará con ojo con su jugador y con los mensajes que puedan llegar desde el Santiago Bernabéu. Pep no se fía de Florentino. Y hace bien.