Pep Guardiola amenaza con tirar de la manta del Barça
El técnico del Manchester City amenaza con destapar algunos problemas internos del Camp Nou
El FC Barcelona prácticamente alcanzó la perfección con Pep Guardiola, pero el actual técnico del Manchester City siempre ha tenido muchos detractores en el club. En su etapa como futbolista soportó una campaña de desprestigio auspiciada por la junta directiva que presidía Josep Lluís Núñez y ahora denuncia algunas informaciones tendenciosas de medios afines a Josep María Bartomeu y compañía. Tampoco fueron fáciles sus inicios como entrenador del Barça, con popes del periodismo llamándole «becario», pero su obra no admite muchos debates. El Barcelona ganó 14 de 19 títulos posibles, una gesta que muchos parecen haber olvidado y que ahora cargan sus tintas contra Pep. Harto, el entrenador del City amenaza con tirar de la manta.
Guardiola estalló el martes cuando negó que hubiera llamado a Messi en verano para fichar al delantero argentino. También negó que negociara las contrataciones de Neymar, Luis Suárez y Sergio Busquets. Sólo admitió su interés por Ter Stegen. Nada más. En privado, Pep se mostró todavía más contundente y amenaza con contar cosas muy perjudiciales para algunas personas.
Laporta y Begiristain
Pep se siente maltratado por un sector de la prensa catalana. En su etapa como entrenador del Barça, siempre contó con la protección de Joan Laporta y Txiki Begiristain. Todo cambió en 2010, con la victoria electoral de Sandro Rosell y su obsesión por desacreditar la anterior junta directiva. Guardiola buscó la paz entre los dos sectores pero acabó decepcionado con Rosell. En 2012 no quiso renovar su contrato, molesto con el máximo dirigente y preocupado por su desgaste con la plantilla.
Cuatro años después, Guardiola no quiere más polémicas con el Barça. Quiere centrarse en el Manchester City después de elevar el nivel futbolístico de un Bayern intratable en la Bundesliga pero que no pudo coronarse en Europa. El Real Madrid, el Bayern y el Atlético fueron sus verdugos en la Champions. En las oficinas del Camp Nou, más de uno se alegró. También en alguna redacción.
