Peligro de fuga en la plantilla del Barça

El club trabaja en la renovación de uno de sus pilares ante el malestar por su situación

Los expedientes y las carpetas con las renovaciones de los futbolistas se acumulan en los despachos del Barcelona. El nuevo foco de preocupación en el club tiene que ver con uno de los pilares del equipo y, tal vez, la posición más delicada del grupo de Luis Enrique. El Barça trabaja en las posibilidades de renovación del portero Claudio Bravo, algo molesto con su situación.

Bravo es el portero titular del Barça, aunque es su compañero, Marc-André ter Stegen, el encargado de defender la meta en los partidos de Copa y Champions. Ninguno de los dos está contento con su rol. Ter Stegen quiere jugarlo todo, mientras que Bravo suspira por la máxima competición continental de clubes. A efectos prácticos, curiosamente, el chileno no aparece entre los ganadores de la Orejona 2015, según los organismos del fútbol, porque no jugó ni un minuto. Y le duele.

La cláusula de rescisión

Este resquemor ha generado todo tipo de rumores sobre la posible salida de Bravo del Barça el próximo verano, a pesar de que tiene contrato hasta 2018. Lo mismo ocurre con Ter Stegen. Los dirigentes de la entidad, lejos de avivar el fuego, han trazado un plan de acción para rebajar las llamas: han prometido al agente de Claudio que revisarán su contrato. Preocupa especialmente su baja cláusula de rescisión, fijada en 15 millones y perfectamente asumible por cualquier equipo importante. Coincide con su valor de mercado actual, el más alto de su carrera.

Bravo cumplirá 33 años en abril. Es el portero de presente del Barça. Su veteranía y las buenas actuaciones bajo palos le dan la confianza de Luis Enrique. El guardavalla, sin embargo, sabe que tiene una posición de fuerza y que está ante una de las últimas oportunidades de jugar en la Premier League y obtener un mejor contrato. Actualmente percibe entre tres y cuatro millones anuales.