Nike aprieta al Barça para que Neymar le coma terreno a Messi

La multinacional americana ansía tener bajo su patrocinio al club y a la estrella del equipo

Los intereses comerciales están al orden del día. Poco les importa a las marcas la gestión de egos que todo entrenador debe llevar a cabo en un vestuario de primer nivel. Es el caso de Nike, que empieza a ejercer presiones sibilinas para que Neymar le coma terreno a Leo Messi, según ha podido saber GOL.

Poco a poco. No es una cuestión de pisar el acelerador a fondo. Pero a sus 23 años, Neymar empieza a tener las condiciones para convertirse en la estrella principal de cualquier equipo del mundo. De todos, salvo el Barça, que vive bajo el yugo de Lionel Messi.

Nike perdió a Messi hace muchos años, cuando era solo un niño y Adidas le puso una oferta de hombre sobre la mesa. Desde entonces, su matrimonio ha ido sobre ruedas. Con el adiós de Ronaldinho y la ascensión de Messi en el vestuario culé, la firma estadounidense ha tenido que sufrir una estrella patrocinada por la competencia en el equipo a lo largo de ocho años. Y los que quedan.

Negociaciones para renovar con Nike

Messi suma ahora 28 años y todavía le quedan varios años de fútbol. Pero igual que ha empezado la debacle del gran futbolista patrocinado por Nike en estos momentos, Cristiano Ronaldo, tarde o temprano llegará el principio del fin de la era Messi. Es ahí donde entra en juego Neymar, el gran candidato a heredar su codiciada corona.

Igual que el Barça pide una renovación millonaria a Nike como sponsor técnico –paga unos 60 millones anuales y tiene contrato vigente hasta 2018–, la multinacional de Oregon pide un trato de favor. Quiere que sus estrellas –Neymar, Iniesta, Piqué– tengan más protagonismo y no es casualidad que en la junta se haga hueco un importante ex ejecutivo de Nike, como es Oriol Tomàs

El plan fallido de Rosell

No es ningún secreto que el fichaje de Neymar por el Barça tenía el objetivo de relevar a Messi como trasfondo. Era el plan a dos bandas de Sandro Rosell: primero, buscar el relevo al argentino para poder venderlo y obtener una auténtica millonada y, segundo, hacer un favor a Nike, la empresa donde se formó y para la que trabajó buena parte de su vida profesional.

El plan no salió bien. Rosell dimitió por su nefasta operación para traer a Neymar a Barcelona, Messi siguió rindiendo a un nivel nunca antes visto en el Camp Nou y la afición del Barça –una de las pocas veces en las que se tiene en cuenta eso de que el soci es soberano– mostró un apoyo incondicional a la estrella.