Neymar manda un recado a Messi en el túnel de vestuarios

La MSN asusta y se asusta en el terreno de juego

Hoy por ti, mañana por mi. Son los tres grandes amigos y goleadores del mundo futbolístico. El mejor tridente de la historia. Cada uno de ellos, no obstante, quiere estar un peldaño por encima del resto. Especialmente Leo Messi y Neymar. Del amor al odio hay un paso si nadie es capaz de gestionar los egos. Ambos se lanzan mensajes sibilinos en cada partido. El primero le recuerda al segundo quién es el número uno, y el segundo le advierte de que las diferencias son más estrechas que nunca. Se percibe en sus caras, en sus detalles y en sus declaraciones.

La lesión de Messi ha marcado un antes y un después en el Barça. Neymar, el fiel escudero, ha dado un paso al frente en los dos meses sin la Pulga y se ha erigido en el líder absoluto del equipo en este tiempo. El brasileño ha desplegado su mejor fútbol sin el argentino. El 10 y su entorno han captado el mensaje a la perfección. Fuera del campo, están atentos a cualquier movimiento que tenga el club con Ney; dentro, es cosa de Leo.

«Sí, he buscado a Leo»

El partido ante la Roma (6-1) en Champions dejó un detalle que tuvo continuidad este sábado con la visita de la Real Sociedad. Messi, que ya llevaba dos goles ante los italianos (también Suárez), cedió el penalti a Neymar. Por un lado, quería que su amigo marcase (falló la pena máxima), y por otro, le recordó con este gesto quién manda todavía en el universo fútbol. Ney, ni corto ni perezoso, ha tardado unos días en devolverle el favor.

Con un doblete ante el conjunto donostiarra y otro tanto de Suárez, Messi era el único de la MSN que iba a marcharse de vacío contra la Real Sociedad. Neymar se dedicó a buscar a su compañero en cada acción, y así lo explicó al término del partido: «Sí que es verdad que al final busqué a Leo para que marcara su gol». En paz. Y un claro mensaje de los galones que va adquiriendo el Pichichi en este equipo y en el planeta balompédico.

En los últimos días, los protagonistas han dejado otros detalles significativos. Messi y Suárez, por ejemplo, han compartido mesa y mantel con sus respectivas parejas. Viven cerca el uno del otro. Neymar no acudió al encuentro. Otro gesto es el rostro serio de Leo en uno de los goles de Ney ante la Real Sociedad, hecho que contrasta con la alegría de sus dos compañeros de ataque. Nada alarmante por el momento, pero hay que gestionar bien los egos para evitar problemas.