“Negocia con el Barça”. Es el nuevo Sergio Busquets (y a Messi no le gusta un pelo)

La dirección deportiva azulgrana busca un recambio natural para Busquets y el sustituto tanteado no hace nada de gracia a Leo Messi

 

El FC Barcelona puede poner broche a su temporada conquistando la Liga este fin de semana. El equipo azulgrana, pese al descalabro en Roma y ciertos altibajos en el juego durante el año, ha firmado un año intachable en la competición de la regularidad, y ese precisamente es uno de los motivos que se esgrimen para la catástrofe del Olímpico.

Tras una política de fichajes nefastos, el Barça ha acertado mínimamente en uno, Paulinho Bezerra. El brasileño ha aportado capacidad muscular al equipo de Valverde y llegada en segunda línea, pese a no ser un jugador diferencial.

El problema, no obstante, es que fueron muchas las voces que vendieron a Paulinho como recambio de Sergio Busquets, y no ha sido así. Mientras Busi se mantenía intocable en el eje de la medular, Paulinho se ha desempeñado como interior. Y el Barça ha seguido sin un “cinco” de repuesto.

Por esa razón, la dirección deportiva culé sondea el mercado con fuerza y ya tiene las conversaciones muy avanzadas con un futbolista del que avisan en el fuero interno sevillista: “Negocia con el Barça”.

Sergio Busquets tiene recambio en el Barça (y Florentino Pérez también lo quiere) | EFE

N’Zonzi ha sido un jugador clave en los éxitos reciente del Sevilla, y la secretaría técnica culé considera que sería una buena incorporación para ampliar el fondo de armario del equipo.

El francés de ascendencia congoleña conoce la liga de sobra, por lo que no necesitaría aclimatación alguna, y además sumaría poderío físico al conjunto barcelonista. Pero su llegada no hace mucha gracia a un Messi poco amigo de la fiesta en el vestuario.

El centrocampista del equipo hispalense se ha visto rodeado de polémica en los últimos días por haber salido de fiesta tras el 0 a 5 endosado por el que puede ser su próximo equipo, y se ha defendido con poca fuerza ante las acusaciones de falta de profesionalidad.

Esa controversia no gusta nada al argentino, que impone un clima de tranquilidad en el vestuario, y desaconseja su fichaje. Tras las fiestas de Neymar y las de Dembelé, Messi prefiere mantener la calma en la caseta del Barça.