«Nadie echará de menos a Ter Stegen»: el vestuario del Barça se posiciona

Los jugadores cuestionan el carácter del portero alemán, que amenaza con irse, y su escasa implicación con el grupo

Andoni Zubizarreta encaró con convicción el reto de sustituir a Víctor Valdés en el Barça. El ex director deportivo fichó a Marc-André Ter Stegen por 12 millones de euros y el portero alemán rindió a un gran nivel durante la pasada temporada. Sus intervenciones salvaron varios goles en la Champions y en la Copa del Rey, pero manifestó que no llevaba bien su suplencia en la Liga. Un año después, el escenario es casi idéntico y Ter Stegen amenaza con dejar el Barça. Nadie cuestiona su calidad en el Camp Nou, pero los jugadores relativizan el impacto de su posible salida. «Nadie le echará de menos», dicen en la plantilla azulgrana.

Los jugadores del Barça valoran a Ter Stegen como futbolista, pero discrepan de varias actuaciones suyas como persona. En el vestuario no gustan sus quejas por no jugar la Liga y el capítulo que más molestó fue su celebración tras el Mundial de Clubes. Los futbolistas lo celebraron a lo grande, menos el alemán, que lo festejó con mucha frialdad. Demasiada. Fue su manera de expresar su malestar por no jugar en Japón.

La postura de Luis Enrique

La plantilla del Barça, a través de sus capitanes, expresó su malestar a Ter Stegen, una persona muy solitaria. El alemán va por libre y no es un jugador que haga piña. En el club, además, no entienden su enfado. En la actual temporada ha jugado ya 1.740 minutos (antes de la vuelta de los octavos de final de la Champions contra el Arsenal).

Luis Enrique, por su parte, insiste en que Ter Stegen no está en venta. El técnico asturiano valora la calidad del portero alemán y no quiere facilitar su salida. La directiva, por su parte, calla. Nadie desea la marcha de Ter Stegen, pero el club podría hacer un buen negocio con él. La cláusula de rescisión del guardameta germano es de 80 millones, pero el Barça podría venderlo por la mitad. Si ocurre, nadie se tirará de los pelos en el vestuario barcelonista. Su gran rival, Claudio Bravo, en cambio, es muy querido por su carácter abierto y sociable.