“Modric no lo puede ni ver”. El amigo de Sergio Ramos (y no es Isco, ni Marco Asensio) que es un problema en el Real Madrid

El croata pone la cruz a un crack de Florentino Pérez

Una de las imágenes más llamativas del Croacia-España del pasado jueves la protagonizaron Luka Modric y Dani Ceballos. Luis Enrique encomendó al de Utrera la misión de vigilar muy e cerca al croata y la cosa no terminó del todo bien.

En el minuto 22 Dani intentó quitarle un balón a Luka y el croata, sin querer, le dio un manotazo, lo que desembocó en un ir y venir de miraditas, frases por lo bajo y rencillas durante todo el encuentro. Modric incluso volvió a tocar la cara de Ceballos, en una acción que no le gustó nada al internacional español.

Al final del partido ambos calmaron las aguas. «He tenido un pequeño problemilla con Modric, nada importante, cosas que se quedan en el campo; Modric es un gran jugador y persona», declaró el andaluz. «Él defendía a su país y yo al mío, es normal. Luego nos hemos dado un abrazo. Seguro que en Madrid tenemos alguna broma con esto», se refirió el ’10’ de Croacia, apuntó Modric.

Dani Ceballos, en el punto de mira del vestuario

Sin embargo, no todo se quedó en el terreno de juego. Es conocido que la relación de Ceballos con varios miembros del vestuario no es del todo buena y Modric es uno de los que no le ríe las gracias al ex del Real Betis. “No lo puede ni ver”, aseguran en el seno del grupo.

Luka Modric | EFE

Tanto algunos pesos pesados del vestuario como un importante sector de la prensa le consideran un jugador “egoísta”, que “solo piensa en él y en su bienestar”, sin tener en cuenta ni un segundo al resto del equipo. Algo de lo que también sean dado cuenta incluso desde la directiva. Algunos consideran un error el haberlo fichado el pasado verano.

Una opinión que viene fundamentada por algunas de las declaraciones que ha hecho Ceballos en los últimos meses. Palabras que le dejan retratado.

Ceballos anda por done le conviene

No me esperaba que Lopetegui me dejase fuera de la convocatoria frente al Viktoria Plzen, hablé con él, pero era una decisión suya», declaró después de la goleada del miércoles, en referencia al partido de ida contra los checos.

Unas palabras que cuestionaban a un míster sobre el que dijo algo totalmente diferente a principios de temporada. “No me lo esperaba, pero creo que es el mejor entrenador que podíamos tener», afirmó el andaluz.

Es decir, el sevillano le estuvo haciendo la rosca al vasco hasta que le dejó en el banquillo. Lopetegui le estoy muy agradecido porque confió en mí, me dio minutos después de no jugar mucho el año pasado, pero creo que el cambio nos ha venido bien», dijo en otra ocasión.

Curiosamente con Zidane hizo lo mismo. «Él debería explicar por qué no me daba oportunidades. Yo trabajaba, intentaba ponérselo difícil, pero llegaba un momento que ves que es imposible. Hubo un momento en que di la temporada por perdida, estábamos a 15 puntos en Liga y solo nos quedaba la Champions, pero yo no entraba en la dinámica», dijo a la prensa el MVP del Europeo sub 21.

En otras palabras: autocrítica cero; ego, el máximo. Y así lo consideran en el vestuario merengue. Ahí algunos opinan que es un jugador que rema hacia donde le convenga. A pesar de que algunos pesos pesados y allegados suyos en el vestuario Sergio Ramos, Marco Asensio o Isco Alarcón le han dado algún toque de atención. 

Ceballos, decepción dentro y fuera del campo

Además, corre la opinión de que debería recapacitar sobre los motivos que han llevado a los entrenadores a no contar con él.  Y es que al margen de que deportivamente no termina de dar ese paso adelante, su actitud deja en ocasiones mucho que desear. Y también fiera del campo.

Muchos no olvidan algunos de los tuits que publicaba antes de jugar en el Madrid. «Mee da una verguenza la tremenda pitada al himno español tendria que caer una bonba y mata a todo los perro catalanes y bizcaino» (sic), escribió en las redes durante la final de la Copa de,l Rey del 2012.

«Yo me trincaba a la Carbonero sin duda alguna, que se joda iker que seguro que tiene la picha mas corta que el canto de un euro el ijoputa» (sic), le dedicó al de Móstoles. O como olvidar las veces que ha llamado “catalán de mierda” a Gerard Piqué. «El mi barrio no hacía falta meter tres goles para poder llevarse el balón a casa. Bastaba con ser gitano», es otra de sus frases gloriosas.