Messi suelta una bomba de Cristiano Ronaldo en el vestuario del Barça

El astro argentino monta en cólera en Anoeta

Partido muy tenso en Anoeta. El Barça al fin venció en el estadio maldito, pero no convenció. La Real Sociedad volvió a ser superior al conjunto azulgrana en muchos tramos del partido.

Un solitario gol de Neymar, de penalti provocado por él mismo –luego le hicieron otro que no pitó el colegiado, José Luis González González– aseguró la victoria (0-1).

Luis Enrique Martínez y los suyos se quitaron el mal sabor de boca por el resultado: en las tres temporadas que lleva en el Barça, nunca había ganado en San Sebastián.

De hecho, el club azulgrana llevaba ocho partidos seguidos sin ganar en Anoeta: desde 2007. Fue en un partido con goles de Samuel Eto’o y Andrés Iniesta.

Pese al triunfo, el técnico asturiano debe ser muy crítico con el nivel de juego. La negligencia para superar la presión planteada por Eusebio y las abundantes pérdidas tontas y arriesgadas de balón marcaron la dinámica del choque.

El enfado de Messi

También el mal carácter de Leo Messi. El astro argentino vio una tarjeta amarilla a la media parte por protestar una falta no amonestada de Yuri Berchiche.

Messi se fue refunfuñando al vestuario, diciendo que no con la cabeza. Y dentro del vestuario montó en cólera.

La cara menos amable de Messi, que se jugó la expulsión en el segundo tiempo, contrastó con su actitud antes del partido, cuya vuelta se juega el próximo jueves en Barcelona (21:15 horas).

Fuentes del vestuario cuentan a Diario Gol que a su llegada a San Sebastián, los jugadores del Barça hablaron largo y tendido sobre el Real Madrid.

El propio Messi, aparentemente tranquilo, se metió en un debate. En contra de su actitud habitual, más prudente en estos asuntos.

La previa, con el Real Madrid

Ni corto ni perezoso, Messi mandó un mensaje lapidario sobre Cristiano Ronaldo: «Ya no es el que era».

Los jugadores del Barça comentaron el cambio de posición del crack portugués. Esa conversión a nueve que, frente al Celta, dejó en el banquillo a Morata.

Y algún otro jugador, osado, de la plantilla azulgrana se tiró a la piscina: «Si sigue así, el año que viene está fuera del Madrid«.

Los jugadores estallaron en risas y carcajadas. Pero Messi no se volvió a pronunciar más.

El astro argentino simplemente dio a entender que CR7 está acabado. Y reflexionó después. Quizás pensando que tarde o temprano también a él le llegará la hora.