Messi no se abrazó con Ter Stegen

La distancia entre Messi y Ter Stegen vuelve a quedar clara en la celebración de la clasificación de los culés parala fina de la Supercopa

Marc-André ter Stegen
Marc-André ter Stegen

Riqui Puig es el hombre de moda en Barcelona, tras haber sido el autor del gol en la tanda de penaltis que clasificó al Barça para la final de la Supercopa frente a la Real Sociedad. Los de Ronald Koeman esperan para el domingo a un rival que saldrá del choque entre el Real Madrid y el Athletic Club que se disputa este jueves.

No obstante, si la semifinal de este miércoles tuvo un protagonista claro, este fue Marc-André ter Stegen. El meta alemán fue clave en la clasificación de los blaugrana. Sus paradas inverosímiles fueron clave para que el Barça lograra el billete a la final.

Ter Stegen marca el camino

Durante el partido estuvo inconmensurable, con intervenciones como la que le quitó a Isaak de los pies, el despeje a disparo de Zaldúa desde la frontal, o las dos que le sacó a Januzaj. Una en una internada del belga por la banda derecha y otra en una falta que acabó impactando en el palo. En ambas el alemán rozó el balón lo suficiente con la punta de los dedos como para evitar que los de Alguacil se adelantaran en el marcador.

Marc-André ter Stegen corta una jugada de Isaak

Y qué decir durante la tanda de penaltis. Al meta se le vio confiado desde el primer momento. Hasta sonreía. Está claro que le va la marcha y que se atreve a bailar con la más fea.

Atajó los primeros dos disparos de la Real y acertó la trayectoria de los otros dos, uno de los cuales impactó en la madera, dejando casi todos los deberes hechos al conjunto de Koeman, que a pesar de Antoine Griezmann, lograron hacer valer el trabajo de Ter Stegen.

Messi no se abraza con Ter Stegen

El meta, al margen de Riqui, fue uno de los jugadores más felicitados por el resto del equipo. Excepto por uno de los cracks: Leo Messi.

Los ugadores del Barça felicitan a Ter Stegen
Los jugadores del Barça felicitan a Ter Stegen

El argentino, que se quedó en la grada por unas molestias, bajó al banquillo en la prórroga para seguir de cerca los avances del equipo. Y al terminar el choque se abrazó con casi todos a modo de felicitación, pero no con Ter Stegen.

Si lo hicieron en el vestuario, se desconoce. Pero sobre el césped no hubo ni un gesto de complicidad, lo que corrobora que el mal rollo entre ambos cracks y del que ya te hemos hablado en Diario Gol sigue muy patente. El que empezó con un encontronazo en un entrenamiento en el que cas llegan a las manos.