Messi no lo quiere en el Real Madrid: el técnico que asusta en el Barça

El astro argentino cree que si Florentino Pérez ficha bien estarán condenados

Miedo en el FC Barcelona. No es casualidad que Leo Messi grite a los cuatro vientos que quiere tener a los mejores jugadores en su equipo. Tiene claro que la plantilla del eterno rival es mejor.

El Real Madrid ha ganado tres Champions en los últimos tres años. Cuatro en cinco. Y si Zinedine Zidane hubiese sido más entrenador, quizá se habrían llevado otra Liga.

El técnico galo tenía muchas carencias. Solamente sacó el mejor rendimiento a los suyos en Champions, la competición donde es más fácil motivar a los futbolistas.

La obsesión de Messi con Griezmann

La realidad es que la plantilla blanca es descomunal. Hay muchísimo nivel. Hasta el punto de que puede jugar casi cualquiera y no desentona. Algo que no ocurre en el Barça.

Leo Messi quiere corregir esta situación con los mejores fichajes. Por eso quiere a Griezmann, a pesar de que ello le vaya a costar la suplencia a Dembelé.

Nosotros queremos a los mejores jugadores. Luego, el problema será del míster”, asegura el astro argentino en declaraciones a medios de su país.

Klopp da mucho miedo en Barcelona

Lo que preocupa ahora a Messi es que el Madrid fiche a un entrenador de verdad. Porque son esos jugadores, si logra tenerlos motivados a todos, el Barça se puede quedar en blanco.

Y uno de los que más suena le mete especial miedo en el cuerpo al astro argentino: Jurgen Klopp. El alemán es un entrenador de los pies a la cabeza y siempre logra grandes gestas.

Cuesta calibrar si Florentino Pérez, intervencionista como es, se entendería con él. Pero si lo hacen, la combinación puede ser explosiva porque es muy ganador.

La esperanza de Messi

Lo que más preocupa de Klopp es ese gen competitivo que transmite siempre a sus equipos. Ha hecho grandes cosas con el Borussia Dortmund y el Liverpool. Podría hacer aún más en Madrid.

En el vestuario del Barça en que no se irá por un solo motivo: es el equipo que los eliminó de la Champions. Y, además, de manera que podría entenderse injusta por lo que pasó con Salah.