Messi manda el mensaje más bestia al Real Madrid tras reventar el Barça al PSG

Los hombres de Luis Enrique logran una gesta épica, única en la historia, en el Camp Nou

Épico. Único. Inaudito. El FC Barcelona logró la machada. La gesta histórica. Cuando nadie creía, las noches mágicas volvieron al Camp Nou. La reacción se confirmó y los de azulgrana reventaron al París Saint-Germain (6-1) en una exhibición de fútbol total. Como las de antes.

Nunca en la historia de la Champions League se había llevado a cabo una remontada de un 4-0 en contra. Luis Enrique lo alertó en rueda de prensa: «Si ellos marcaron cuatro, ¿por qué no podemos marcar seis nosotros?». El asturiano dio en el clavo. 

También desde Diario Gol se vaticinó este resultado durante la tertulia de La Ronda en Radio Marca, el martes. Era casi imposible. Había que tocar con los pies en el suelo. Pero si había algún momento para lograr un hito de semejante calibre, era ahora o nunca.

A los tres minutos, Luis Suárez inauguró el marcador. El Barça llevó el peso del partido, pero el cerrojo del PSG era muy difícil de romper. Sin embargo, al filo del descanso apareció la magia de Andrés Iniesta para provocar un gol en propia meta de Kurzawa (’40).

El partido estaba ‘calentito’ y el Camp Nou tenía motivos para soñar. La mítica frase de Juanito –»90 minuti sono molto longo en el Bernabéu«– se la iba a tomar prestada el Barça, que no tiene a Sergio Ramos, pero sí a la mejor delantera de la historia.

Un penalti provocado por Neymar y anotado por Messi (’50) alimentaba el sueño, aunque poco después el gol de Cavani (’62) caía como un jarro de agua fría. De tener que marcar un tanto para forzar la prórroga, de repente había que anotar otros tres. Parecía imposible.

Llegó el momento de Ter Stegen, que poco después paró un mano a mano al propio delantero uruguayo, que trató de aprovechar el bajón momentáneo que atravesaban los culés.

Remontada y euforia descontrolada

Y vuelta a empezar. Mucha insistencia. No asomaba un mísero rayo de luz al final del túnel. Iban pasando los minutos sin resultado… y entonces apareció Neymar. Otra vez el brasileño. El heredero de Messi lanzó un lanzamiento de falta imparable (’88) para volver a soñar. Apenas quedaba tiempo, pero el Barça persistió.

Luis Suárez provocó otro penalti, discutido, que se encargó de convertir Neymar (’90), el mejor jugador del partido. Y el colegiado alemán, Deniz Ayketin, añadió cinco minutos en el tiempo de prolongación.

Ter Stegen, que quería volver a ser protagonista, subió al área a rematar hasta en tres ocasiones. En la última, a punto de terminar el duelo, Neymar la echó a la olla y la cazó sin saber ni cómo Sergi Roberto, que había entrado desde el banco, para obrar el milagro: la remontada era realidad.

Los jugadores y el Camp Nou estallaron de júbilo. El césped se convirtió en una fiesta, las lágrimas de alegría inundaban la grada… Y los cracks del Barça enloquecieron.

Messi llevó la voz cantante en las celebraciones. Gritó como nadie, rojo como un tomate, se subió a la grada a festejar con la hinchada, se abrazó a Luis Enrique y lideró los mensajes de efusividad descontrolada.

Tan salvaje fue el ambiente generado que algún jugador no pudo resistirse y soltó un misil teledirigido al Real Madrid: «¡Este año volvemos a ganar el triplete!«. Para los que no creyeron. Zasca.