Messi humilla a Cristiano Ronaldo a lo bestia: Isco lo sabe, Sergio Ramos lo tapa (y la salvajada revienta el Real Madrid)

El astro argentino se exhibe contra el Athletic en el Camp Nou

Arrollador. Pletórico. Imparable. Todos estos calificativos describen el FC Barcelona que se personó este domingo en el Camp Nou.

Los hombres de Ernesto Valverde tumbaron al Athletic Club (2-0) de manera contundente en un partido coral y brillante de las estrellas del Barça. Fue un primer tiempo apoteósico, mientras que la segunda parte se convirtió en todo lo contrario. 

Sin Luis Suárez ni Sergio Busquets en la convocatoria y con Andrés Iniesta en el banquillo. Con estas llamativas bajas destrozó el equipo azulgrana al Athletic sin hacer mucha sangre (mandaron tres balones al palo).

Un Barça avasallador donde los dos fichajes más caros de la historia del club, Coutinho (160 millones) y Dembelé (145), formaron un tridente letal con Leo Messi.

Sin embargo, el primer gol del partido fue del outsider Paco Alcácer. Mucho menos glamouroso, pero eficaz, el delantero de Torrent hizo buena al primer toque una magnífica asistencia de Alba.

Pero una cosa quedó muy clara, nuevamente, en Barcelona: cuando Leo Messi quiere es absolutamente intratable. Incomparable con nadie.

La fanfarronería de Cristiano Ronaldo

Por mucho que Cristiano Ronaldo aparezca esta semana poniendo cara a un anuncio de Nike donde refuerza su ego: “Nadie podrá compararse conmigo, nadie más será Cristiano Ronaldo”.

Lo mismo, pero con mucha más fuerza, puede decir Leo Messi, aunque no lo haga en público. Pero lo dice con gestos. Y lo gritó a los cuatro vientos este domingo con un recital descomunal.

El mensaje que manda el astro argentino es claro: le da igual el Pichichi, le da igual ser el mayor goleador de la Champions y le da igual el Balón de Oro.

Este año, la obsesión de Messi es ganar, ganar y ganar. Y ello pasa por levantar nuevamente la Champions con el Barça. Conquistar el triplete. Y, por último, abordar el Mundial con Argentina.

Eso es lo que realmente interesa al astro argentino, autor de 35 goles este curso, 25 de ellos en Liga sumando el que anotó frente al Athletic.

En Madrid tienen miedo. Saben que por muy bien que esté Cristiano en la faceta goleadora, lo de Messi es de otro planeta. Los que querían al Barça en cuartos de la Champions agradecen que finalmente la bravuconada no se hiciese realidad.

Entre asustados y rendidos a Messi

El vestuario blanco, incluso, está dividido. Así, Isco Alarcón es de los que reconoce abiertamente que Messi es el mejor del mundo. No hay color. Y por eso llamó así a su perro en su día.

Sergio Ramos, en cambio, tapa el buen momento de forma del Barça y como buen capitán del Madrid se centra en sus virtudes, y no en las del eterno rival.

El futbolista de Camas no jugará contra el Girona este domingo porque acompaña a su mujer, que dará a luz al tercer hijo de ambos.

Pero es un día de descanso. Ramos sabe que ahora no hay tiempo para detenerse. Se acerca la fase final del curso. Madrid y Barça se lo juegan todo. Y la Champions será el escenario del duelo.