Messi explota con la última locura en el Barça («No vamos bien»)

El astro argentino alucina con la gestión de la dirección deportiva

Lionel Messi y todos los pesos pesados del vestuario del FC Barcelona están alucinados. Boquiabiertos. Estupefactos.

Ha salido a la luz una información que deja en mal lugar a la dirección deportiva del Barça. Al menos, ese es el caldo de cultivo que se cuece en las redes sociales.

Twitter saca humo con comentarios sobre André Gomes. La polémica se disparó durante la disputa del partido entre Rusia y Portugal (0-1) en la Copa Confederaciones.

Ha trascendido que el Barça habría rechazado recientemente una oferta por el centrocampista portugués por un total de 35 millones de euros. Más o menos lo que se pagó por él.

El club azulgrana abonó la cantidad fija de 35 millones, aunque se llegó a decir que, con variables incluidos, la cifra final podría ascender a unos 60 ‘kilos’.

No se ha dicho todavía cuál es el club que estaba dispuesto a pagar semejante suma de dinero por Gomes. Sin embargo, sorprende la negativa azulgrana toda vez que andan como locos por ingresar.

Los problemas económicos que arrastra el club debido a su exigente política estatutaria hace difíciles las contrataciones de cracks como Marco Verratti u Ousmane Dembelé.

Tanto el PSG como el Borussia Dortmund piden, respectivamente, demasiado dinero por estos dos jugadores. El Barça busca recurrir a la ingeniería financiera para abordar estos fichajes.

Tres grandes defectos

Una de las vías de ingresos que tenía pensada el club era la venta de Arda Turan. Sin embargo, el turco se resiste a salir. Está encantado con Barcelona y su espléndido Casino.

Es por ello que la posibilidad de ingresar una buena suma por Gomes, un jugador que difícilmente será titular el curso que viene si el Barça ficha a Verratti, se antoja como una buena jugada. Eso es lo que opina buena parte de la afición. Parece que el club no piensa igual.

Y, mientras tanto, en el vestuario se tiran de los pelos: «No vamos bien«, «no hay manera«. Gomes es un gran futbolista, pero no tiene el ADN Barça. Y no se dan cuenta.

El luso ha pecado este año de algunos grandes defectos: tremendas dificulatdes para jugar al primer toque, graves despistes tácticos y excesos de individualismo en ataque.