Messi deja en ridículo a Luis Enrique

El argentino pone en duda las capacidades del técnico para dirigir al Barça

Jasper Cillessen, Lucas Digne, Samuel Umtiti, André Gomes, Rafinha, Denis Suárez, Paco Alcácer… todos ellos fichajes que pidió Luis Enrique el pasado verano.

El técnico quería una plantilla larga pasa aspirar a todos los títulos. Se apoyó en el doblete insuficiente de la temporada pasada y en la undécima conseguida por el Real Madrid para exigir fondo de armario.

Los resultados y las formas no acompañan al técnico. Ni con todos los caprichos concedidos es capaz de encontrar una fórmula que haga al equipo imbatible.  No encuentra la clave para confeccionar un equipo competitivo.

La temporada másirregular

El Barça está pasando serios apuros desde hace semanas. Con la Liga casi imposible, el Athletic Club estuvo a punto de dejarlo optando solo a la Liga de Campeones. Y no es que la Champions sea el título más asequible.

Ni con el agua al cuello Luis Enrique es capaz de encontrar soluciones. Pese a enésimos fichajes millonarios todo sigue igual. El equipo se colapsa y pierde el rumbo. Entonces,como siempre, aparece Leo Messi.

El argentino siempre es el que acaba tirando del carro. Neymar no está en su mejor momento y la sequía de Luis Suárez es evidente. Las incorporaciones tampoco dan lo que se esperaba y el míster no acierta en el esquema. Como siempre, tiene que aparecer el extraterrestre.

El de siempre tira del carro

Esta temporada ya son 9 las ocasiones en que el de Rosario ha tenido que aparecer para sacar de apuros al equipo. En los tres últimos solo él ha dado la cara si el Barça sigue vivo es gracias al ’10’ azulgrana.

Ante el Athletic en la ida de la Copa anotó el gol que resucitó a los catalanes cuando todo parecía perdido y en la vuelta sentenció la eliminatoria con otro golazo. Entre medio el Villarreal fue la víctima. Messi tuvo que aparecer de nuevo para evitar otra derrota.

La pregunta obligada ahora es si hacían falta tantos fichajes para que el final sea siempre el mismo. No tiene sentido el trabajo realizado en la secretaría y el cuerpo técnico si todo sigue igual que en las dos últimas temporadas, o peor.

Mal en el vestuario por no haber realizado una buena planificación y mal en los despachos por no cuestionar las peticiones de Luis Enrique.