Pacto sellado. En el Barça no se volverá a hablar de la independencia de Catalunya, al menos en público.
Leo Messi cogía el toro por los cuernos con el apoyo de primeras espadas del equipo como Andrés Iniesta y Carles Busquets, capitanes, para mandar un aviso a un navegante: Gerard Piqué.
La ley del silencio se impone de puertas a fuera. El Barça es un club de fútbol que respeta y entiende cualquiera de las muchas sensibilidades que conforman su esfera social. Lo mismo ocurre en la caseta.
Las manifestaciones de ‘Geri’ a favor del proceso separatista en Catalunya habían llevado al vestuario al límite y disparado la tensión en torno al Barça.
En el equipo más de uno y de dos y de tres se mostraban hartos del ego de un Piqué que ponía sus necesidades por delante del equipo.
Las guerras de ‘Geri’, avisan desde dentro, no son las de la mayoría.
El pacto, sellado a cal y canto, está dando resultados. Desde el acuerdo Gerard ha desaparecido de las redes.
En el Barça manda Messi.
