Mbappé desata un ataque de celos en el vestuario del Real Madrid

El delantero inicia una guerra entre los cracks blancos

Dio el sí quiero. Kylian Mbappé ha elegido al Real Madrid. El delantero francés ha aceptado entrar a las negociaciones con el conjunto de Concha Espina y con Florentino Pérez para recalar en el Santiago Bernabéu este verano o el siguiente.

El jugador está tasado en 10 millones de euros por Transfermarkt, pero vistos los precedentes en el fichaje de James Rodríguez, el traspaso no bajará de los 80 ‘kilos’. De hecho, desde Mónaco aseguran que la operación no bajará de los 100.

El gran objetivo

Por eso Florentino valora atacar el fichaje la próxima temporada. El francés estará más cerca de la finalización de su contrato –mantiene un acuerdo hasta el 2019– y en Chamartín esperan concretar su compra por una cifra muy inferior a la que tendrían que pagar este año.

Además, el precio del futbolista se ha visto inflado por sus grandes actuaciones en la Champions League y en la Ligue 1, y esperan que las aguas se calmen la próxima temporada, con lo que el valor del futbolista bajará.

Sea como sea, lo que será menos fluctuante será el sueldo que pretende percibir el atacante del equipo monegasco. El agente del jugador ya ha avisado a Florentino: quiere una ficha de crack a la altura de los líderes del vestuario. Quiere cobrar más que Gareth Bale y solo aceptará que Cristiano Ronaldo tenga un sueldo mayor.

Problema a la vista

La posición del jugador pone en un serio compromiso al presidente blanco. El dirigente quiere traerlo a la capital, pero no quiere que ello cree un conflicto en el vestuario.

Jugadores como Toni Kroos, Marcelo, Karim Benzema o Luka Modric no aceptarán que un recién llegado y que todavía no ha demostrado nada en un grande se lleve más pastel que el resto. Y no son los únicos.

Sergio Ramos anda tras una subida de sueldo, y mientras espera no aceptará que llegue uno de fuera y le pase por delante. En ese sentido, el capitán ya ha avisado al presidente. Mbappé puede desatar una guerra irresoluble en el vestuario blanco que puede terminar de la peor manera. Cuidado.