Luis Enrique humilla a un jugador delante del vestuario del Barça (y Messi no quiere que vuelva a jugar)

Sale a la luz el último top secret de la plantilla azulgrana

Top secret. La salida de tono más bestia de Luis Enrique Martínez con sus jugadores desde que entrena al Barça se produjo recientemente, según ha podido saber Diario Gol.

Ocurrió en Turín, cosa que no termina de sorprender si se tiene en cuenta que, tras el duelo contra la Juventus y ante los medios, Lucho también sacó su cara más ácida con la plantilla.

Sin embargo, la bronca de las broncas del técnico asturiano se produjo a la media parte. Durante el descanso, Lucho destrozó a uno de sus jugadores.

La víctima fue Jeremy Mathieu. El entrenador del Barça le pegó un feroz rapapolvos delante de todos sus compañeros. Hasta el punto de que sus palabras fueron humillantes.

El Iron Man de los banquillos cargó duramente contra el defensa francés, no por sus carencias técnicas o físicas, sino por su posicionamiento táctico. Mathieu no cumplió las órdenes que le había dado el técnico previamente al choque.

La bronca fue desmedida. Tanto, que buena parte de los compañeros de vestuario se solidarizaron con Mathieu. Lucho no suele señalar a los jugadores de forma tan evidente.

Lo que molestó al equipo fueron las formas, no el contenido de la reprimenda. Muchos estaban de acuerdo en que Mathieu no dio la talla.

Sin embargo, la opinión de buena parte de la plantilla es que fue el propio Lucho quién no estuvo a la altura: se equivocó confiando en el galo para un duelo tan importante.

Castigo a Mathieu

Nadie, especialmente Leo Messi, entendía como Lucho no se decantó por Jordi Alba, un futbolista mucho más rápido y peligroso en ataque.

La conexión entre Alba y Neymar por banda izquierda durante los últimos tres años se ha convertido en una de las armas más letales del Barça de Luis Enrique.

Además, el lateral de L’Hospitalet estaba mucho más preparado para tratar de contener a jugadores tan ágiles como Cuadrado o Dybala cuando se acercaban a su banda.

Lucho apostaba por la altura de los zagueros para evitar goles a balón parado, pero se topó con algo que no esperaba: fueron sorprendidos por la velocidad de la Juve.

La conclusión de todo esto es que Mathieu ya no volverá a jugar en lo que queda de curso salvo sorpresa de última hora. Por ejemplo: que se lesionasen Piqué, Umtiti y/o Mascherano.

Messi apoya esta moción porque es consciente de que la defensa azulgrana es más blanda con el francés, como pudo verse en Málaga justo antes de la visita a Turín. Y Messi quiere ganar la Liga como sea. Todos están a muerte con él

La apuesta de Lucho fue fallida. Pero el equipo todavía está vivo en Liga: restan cinco finales y la esperanza de que el Real Madrid deje de ganar un partido de los seis que le quedan.