Los secretos del Nou Camp Nou

La presentación de lo que será el nuevo estadio del Barça deja dudas sobre el aire y sobre el tabaco 

Nadie quería perderse el momento. La presentación, organizada con mimo durante un largo mes de frenético trabajo, de lo que será el nuevo coliseo azulgrana. El futuro estadio del Barça. El que, por ahora, se conoce como Nou Camp Nou, integrado dentro del denominado Espai Barça. Efectivamente, fue un éxito la presentación Acudieron centenares de personas invitadas, incluidos los jugadores y cuerpo técnico del primer equipo, que pudieron contemplar el ambicioso proyecto del FC Barcelona: costará 600 millones de euros.

Uno de los aspectos que más preocupa del nuevo Camp Nou es lo que el directivo Jordi Moix definió como la «no fachada» del estadio. Y es que esta obra arquitectónica catalano-japonesa que, según prometen desde el club marcará un antes y un después en el diseño de estadios deportivos, no tendrá paredes exteriores. Solamente una gran cristalera –todavía no se ha decidido si de dos, tres o cuantos metros de altura– que dejará bien a la vista las columnas maestras del edificio. Ello tiene un aspecto a favor: supondrá un ahorro del gasto que supone construir una gran fachada.

Preocupa el viento

La fachada preocupa porque muchos socios, aficionados y periodistas temen que no sea suficiente para aislar las ventiscas que, de vez en cuando, azotan el barrio de Les Corts. No es que el Camp Nou sea un estadio excesivamente frío, porque el clima de Barcelona es el que es, pero en invierno se nota. Y eso provoca que en invierno se llene menos. La nueva obra, a pesar de la apertura de paredes, promete poner fin a esta situación: la cubierta estará mucho más cerrada que ahora y los espacios interiores impedirán que el aire llegue al campo.

Esos espacios (con Wi-Fi), donde se ubicarán diversos servicios como restaurantes, puestos de bebidas, frankfurts, venta de camisetas, etc., son los que estarán menos aislados del frío. Sin embargo, en verano proporcionarán la posibilidad de poder estar tomando algo en el Camp Nou con la sensación de estar en una terraza. Además, por el momento no descartan que se pueda fumar.

Novedad: mirador de 360 grados

La nueva cubierta tendrá más de 47.000 metros cuadrados de superficie y el estadio ampliará su capacidad hasta 105.000 espectadores a pesar de eliminar algunas filas de la primera y la segunda gradas. La construcción de una nueva grada más alta suplirá esos espacios y proporcionará nuevas localidades a socios que todavía no tienen abono en el estadio.

Otro aspecto que llamará la atención serán los nuevos ascensores, transparentes, que generarán esa pequeña sensación de vértigo al subir a lo más alto del Camp Nou. Desde ellos también habrá buenas vistas a la ciudad de Barcelona, aunque lo más novedoso para disfrutar de ellas será el mirador de 360 grados a través del que contemplar el Espai Barça y la capital catalana.

Aspiran a los 300 millones de ‘title rights’

El Barça, que actualmente representa el 1,5% del Producto Interior Bruto de Barcelona (900 millones de euros), aspira a incrementar estas cifras con el Nou Camp Nou, cuyo nombre definitivo seguramente no será este. Se prevé que se llame Camp Nou el nombre del patrocinador que esté dispuesto a pagar un mínimo de 200 millones de euros. Desde la directiva, sin embargo, explican fuera de micros que están «convencidos de que se conseguirá más dinero». La cifra que se han marcado ronda los 300 millones de euros, como ya avanzó GOL.

Este aspecto es muy importante. En la rueda de prensa ofrecida por el presidente, Josep María Bartomeu, y por el comisionado del Espai Barça, Jordi Moix, han explicado que en caso de no obtener los title rights por valor mínimo de esos 200 millones no podrían empezar las obras en el plazo previsto: 2017-2021. Lo mismo han dicho en relación a la deuda del club: «Si no se reduce a 200 millones de euros podrían no empezar las obras a tiempo». Actualmente la deuda del club es de 328 millones de euros.

Deuda ordinaria y extraordinaria

En este sentido, fuentes del club han explicado a GOL que la idea es que haya dos deudas: la deuda ordinaria, que es la actual, y una deuda extraordinaria referente solamente al Espai Barça. La intención del club es hacer un plan de pago de los 600 millones de euros en ocho años, y lo ven «absolutamente viable» a pesar de que normalmente este tipo de obras se pagan en mucho más años.

Por último, desde el club han querido dejar claro que la construcción del nuevo Camp Nou no afectará a la parcela deportiva. Es decir, no piensan vender a ninguna de las grandes estrellas del equipo para sufragar los costes del nuevo estadio. Además, predomina el convencimiento de que con el nuevo estadio y los servicios que se incluirán, aumentarán de manera notable los ingresos por hospitality. Es decir, el club recaudará más dinero con el nuevo estadio.