Los secretos de Cornellà: lo que pasó al acabar el Espanyol-Barça

Los jugadores del equipo de Luis Enrique analizaron las causas de un empate frustrante en Cornellà

El FC Barcelona encalló en Cornellà-El Prat. El equipo de Luis Enrique empató contra el RCD Espanyol y cedió el liderato al Atlético de Madrid después de una jornada adversa que pasó factura en el vestuario azulgrana. La sensación barcelonista era de malestar. De rabia. De impotencia.

Los futbolistas del Barça acabaron frustrados en Cornellà. Con la sensación de haber perdido dos puntos ante un rival que contrarrestó su inferioridad técnica con mucha intensidad y agresividad. Dos características de las que adoleció el grupo de Luis Enrique.

La plantilla azulgrana hizo autocrítica en el mismo estadio del Espanyol. El Barça casi nunca tuvo controlado el partido. Estuvo muy desconectado durante muchos minutos, sobre todo en la primera parte. Su apatía contrastó con el perfil mucho más aguerrido de su rival, que jugó siempre al límite del reglamento, parando constantemente el juego.

Las trampas del rival

Los jugadores del Barça asumieron que cayeron en la trampa del Espanyol, en las constantes provocaciones del rival, sobre todo de Álvaro. Ellos casi nunca interpretaron bien un partido excesivamente duro. La actuación arbitral molestó a los barcelonistas, que tampoco se sintieron cómodos en un campo con un césped muy alto que dificultaba la rápida circulación del balón.

Los dos puntos perdidos dolieron muchos y algunos jugadores del Barça confesaron que aprendieron la lección de Cornellà.