Los privilegios de Messi desatan una guerra civil en el vestuario del Barça

La figura de Leo Messi genera cada vez más rechazo en el vestuario del Barça

Leo Messi
Leo Messi

Como era de esperar, mucho se está hablando de la entrevista que Leo Messi concedió a Jordi Évole el pasado domingo. Una entrevista en la que el capitán del Barça habló un poco de todo y en la que dejó muy claro que no tiene decidido aún su futuro.

Apuntó que quiere esperar a ver qué presidente sale elegido (aseguró que no ha hablado con ninguno de los precandidatos) y ver cómo acaba el equipo en verano y cómo empieza a encajar el nuevo proyecto para tomar una decisión definitiva.

Falta saber hasta qué punto Leo fue sincero o no en este sentido teniendo en cuenta lo claro que lo tenía hace apenas unos meses y la mala imagen y juego que está ofreciendo el Barça en esta temporada.

En cualquier caso, seguro que muchos de los componentes de la plantilla del equipo siguieron atentamente la entrevista. Entre otras cosas porque Messi es uno de los principales responsables del conflicto interno que se vive hoy en día dentro del vestuario.

Messi es el principal problema en el vestuario azulgrana

Hacía ya tiempo que muchos criticaban la manga ancha que tenía el de Rosario en el Camp Nou, donde, si bien es cierto que sentenciaba muchos partidos, el club no era precisamente exigente con él. Todo lo contrario.

Pero este año que Leo ya no está arropado por grandes amigos como Luis Suárez o Arturo Vidal y que el ‘10’ está cada vez más sólo, son varias las voces internas que ya alzan la voz.

Uno de los motivos ha sido el hecho de que Leo no haya negociado con el resto de compañeros su adecuación salarial. Es evidente que el contrato de Messi no es como el resto, pero el grueso del vestuario se ha sentido traicionado por su capitán.

Leo Messi
Leo Messi

Por otro lado, todos los privilegios deportivos de los que goza el delantero no se adecúan a lo que pide Koeman al resto. La intensidad, el sacrificio y el rigor táctico que intenta (que no consigue) imponer el holandés no entran en los planes de un Messi que cada vez tiene menos impacto en el juego del equipo y que, incluso, ve cómo en ciertas ocasione el Barça juega mejor sin él.

Detalles como el hecho de coger un vuelo privado y no volver con sus compañeros de Valladolid, o el hecho de que ahora goce de dos días más de vacaciones no es algo que haya gustado especialmente a un vestuario dividido, con varios clanes, con los veteranos sin querer solucionar los evidentes problemas y con un Koeman que sabe que, en muchos sentidos, Leo sigue siendo ‘intocable’.

No son pocos los que, de hecho, están esperando con ganas que llegue el verano y que Leo y sus privilegios se marchen del Barça. La decisión, según lo que el mismo Messi aseguró hace poco, aún no está tomada. Veremos.