Los negocietes de Roures con el Barça de Laporta

El socio fundador de Mediapro calló en tiempos pasados otros escándalos del club

«¿Por qué ahora?«. Es una de las preguntas que ha tenido que responder el socio fundador de Mediapro, Jaume Roures, sobre la querella contra Sandro Rosell/Barça por espionaje empresarial cometido entre 2009 y 2011. El denunciante ha defendido que tenía otras guerras y que ahora tenía tiempo para dedicarse en cuerpo y alma a esta cuestión. Sorprende su manera de actuar, ya que nunca abrió la boca mientras mantenía negocios con la entidad. Con Joan Laporta y con Sandro.

Roures afirma que los espionajes se produjeron entre 2009 (Rosell estaba fuera del club) y 2011 (Sandro era el presidente). Hace tiempo que descubrió los hechos, pero los saca a la luz después de finiquitar el club con él los negocios por los derechos de emisión. En la entidad hablan de arrebato, de resentimiento y de mal perder, aunque en ningún caso defienden el delito, si bien se desmarcan de él como entidad.

Fue Rosell, curiosamente, el presidente que prolongó un año más un acuerdo con Mediapro que cerró Laporta in extremis, sobre la bocina de las elecciones del 9 de junio de 2010. No es menos sorprendente que el mismo Roures, conocedor de los espionajes de Método 3 por encargo del club bajo el mandato de Laporta, callara entonces y calle ahora sobre los hechos. Porque de sus palabras se desprende que Núñez es un «chorizo» y un «miserable», y que Rosell es igualmente «miserable» y «bocazas». Pero del segundo candidato más votado en las últimas elecciones, con el que mantuvo correspondencia que llegó a manos de Sandro, no da referencias.