Los muertos de Zidane en el armario del Real Madrid

El ex futbolista francés, relevo de Benítez en el banquillo, también cuenta con detractores en la casa blanca

Zinedine Zidane es el elegido para sustituir a Rafa Benítez, que será despedido de forma oficial en las próximas horas. El Real Madrid, hecho un polvorín, busca soluciones de urgencia y el ex futbolista francés es la única alternativa con cara y ojos que Florentino Pérez tiene ahora mismo sobre la mesa. Sin embargo, ser entrenador blanco es deporte de riesgo. Los comentarios contrarios suelen nacer desde dentro del propio club, donde la exigencia es máxima, losa insalvable para casi todos. Tanto es así que hasta el bueno de Zidane acumula detractores. 

Dicen que el francés todavía no está preparado para dar el salto. Es un análisis que sobrevuela por Madrid en las últimas semanas. Su papel al frente del Castilla no es malo, pero tampoco es bueno. Fracasó en el cometido de ascender al filial la temporada pasada. Este curso, el equipo va segundo del grupo II de Segunda B, a cinco puntos del Barakaldo, pero sin un juego vistoso, ni un esquema claro. Fuentes del vestuario deslizan incluso que hay problemas de disciplina y enfados internos por la dirección de la plantilla. Los egos en el primer equipo son muchísimo mayores y peligrosos.

Una de las mayores críticas a Zidane es, sin duda, la falta de mano dura con algunos futbolistas. Especialmente llamativa es su incapacidad para gestionar el caso Odegaard, un futbolista que, según cuentan desde dentro, hace un poco lo que quiere y tiene los humos subidos. Las mismas fuentes señalan los privilegios del técnico hacia su hijo, Enzo Zidane, que habría tenido más oportunidades de las pertinentes por su calidad, hecho que ha perjudicado a otros compañeros. El Madrid siempre tendrá problemas en el banquillo.