Los entresijos de la negociación entre Messi y Hacienda

El futbolista no se librará de sentarse en el banquillo de los acusados, pero hizo todo lo posible por conseguirlo

Hace dos años y medio que se destapó el caso Messi. Como en cualquier proceso penal, empezó con una querella criminal, fruto de una compleja investigación que se había venido realizando durante varios años. Acusaban a Leo Messi –autor de dos goles este martes contra la Roma– de la comisión de tres delitos contra la Hacienda Pública por evasión de impuestos. A pesar de que lo intentó todo para evitarlo, el astro argentino no se librará de sentarse en el banquillo de los acusados.

Messi, y su padre Jorge Horacio, se defenderán de las acusaciones de defraudar a la Agencia Tributaria ante la Audiencia de Barcelona, tras el auto emitido este mismo martes por el juez de Gavà Manuel Alcover, que condujo la instrucción del caso Messi. El motivo de que el futbolista no se haya librado del banquillo fue el escrito de acusación del Abogado del Estado –representante de los intereses de Hacienda–, que al contrario de lo que hizo el Ministerio Fiscal, se negó a exculpar a Messi de los cargos.

Y no será porque los abogados del delantero no se esforzasen. Tanto su primer letrado, Cristóbal Martell, como el segundo, Enrique Bacigalupo –que no logró mejorar a su predecesor–, trataron por todos los medios de cerrar un acuerdo con la Abogacía del Estado para exculpar a Messi. Asumían que Jorge Horacio iría a juicio, pero el objetivo era que el jugador quedase al margen.

No asumió la pena de prisión

Sin embargo, según confiesan fuentes de la negociación a GOL, fue imposible. El Abogado del Estado se cerró en banda por un motivo: «Si una persona ha defraudado en su declaración de IRPF, ¿cómo no va a ser acusada de delito fiscal? Es la renta de Messi la que dejó de pagar esos 4,1 millones de euros, no la de su padre. Y en el caso de que se defienda que todo lo condujo su padre, debe demostrarse en juicio y en presencia de un juez, no por otros medios».

Fue Messi quien buscó el pacto con ellos. Lo consiguió con la Fiscalía, que lo exculpó. Pero no con el Abogado del Estado. El astro estaba dispuesto a pagar lo que fuese, no tiene problemas de dinero, pero se negaba a asumir una pena de prisión, aunque fuese de pocos meses, porque ello suponía manchar su historial de antecedentes penales.

Mascherano aprendió la lección

Al contrario de lo que hizo recientemente su amigo Javier Mascherano, Messi se negó a reconocer los hechos. También su padre. Y a la hora de negociar, se negaron a asumir una pena mínima de prisión, inferior a dos años, que normalmente no se cumple, a pesar de que la potestad final es del juez. Ante esas condiciones, la negativa de Hacienda fue total.

Tras la imposibilidad de cerrarse un acuerdo –cosa ya completamente descartada– y con la cita para ir al juicio oral ya ineludible, los Messi hicieron notar su malestar con un comunicado contundente, que se hizo público. Fue su último grito de impotencia, tras dos años de sufrimiento.