Los elogios de Cristiano Ronaldo al Barça en privado

El delantero del Real Madrid, molesto en el Bernabéu, pone al eterno rival como ejemplo

Cristiano Ronaldo tiene un problema. Un problema mayúsculo con su ego. El delantero del Real Madrid está desesperado con la posibilidad de que Leo Messi gane el Balón de Oro de 2016. Paralelamente, está muy molesto con los pitos que el pasado domingo le dedicó la afición madridista. El futbolista denuncia, en privado, que no se reconocen sus méritos y pone como ejemplo a la afición barcelonista, que partido tras partido corea el nombre de Messi. Ya sea para celebrar un gol o tras fallar un penalti.

Los pitos de la afición del Real Madrid a Cristiano Ronaldo tras fallar algunas ocasiones muy clara de gol han sentado muy mal al futbolista. CR7 está que trina. Se siente injustamente tratado y critica que los aficionados no tienen memoria. En conversaciones con personas de su total confianza, el delantero portugués recuerda que ha jugado muchas veces lesionado y que ha ganado muchos partidos con sus goles. Por eso, no entiende que los hinchas se ceben ahora con él. Y menos cuando el equipo es líder de Primera.

Un trato más amable

Cristiano Ronaldo cree que merece un trato mucho más amable y recuerda, asimismo, que pudo haberse ido del Madrid al acabar la pasada temporada. Obviamente, nada dice de su estado de forma actual ni de sus problemas físicos.

Antiguos jugadores del Real Madrid ya habían advertido a CR7 que todas las estrellas del equipo han sido pitadas en alguna ocasión. Que la hinchada blanca es muy exigente. El recordatorio, sin embargo, no atenuó el malestar del jugador. Cristiano no entiende porque la afición blanca examina todas sus acciones con lupa y la del Barça está totalmente entregada a Messi. En los buenos y en los malos momentos.

Días de gloria

Cristiano Ronaldo aplaude a la afición del Barça por respaldar y proteger a Messi. Él querría el mismo trato en el Bernabéu. En el pasado vivió días de gloria, pero hoy nadie parece acordarse de sus gestas. Y le recriminan que siga obsesionado con marcar, con anteponer el interés individual al colectivo. Ésa, para muchos, es la gran diferencia respecto a Leo.