Los dos jugadores del Barça que no se dirigen la palabra

La tensa relación entre dos futbolistas top puede pasar factura al equipo

El debate sobre la portería del Barça vuelve a crisparse. La convivencia entre Claudio Bravo y Marc-André Ter Stegen en los últimos dos años ha sido mucho más tensa de lo que ha trascendido a los medios de comunicación. Entre ambos, la relación es muy fría. Distante. Apenas se hablan. El alemán estalló a finales de la pasada temporada y amenazó con irse del Barcelona si Luis Enrique no le garantiza la titularidad en la Liga. Robert Fernández, director deportivo, le colgó la etiqueta de intransferible y le comentó que su protagonismo en la campaña 2016-17 será muy superior al de las pasadas campañas.

Ter Stegen proclama ahora su amor y fidelidad al Barça. Está tranquilo y dice que él y su familia son felices en Barcelona. Su felicidad contrasta con el malestar de Bravo, quien sabe que el alemán intenta desbancarle de la titularidad en los despachos. Y el chileno pedirá explicaciones si vuelve a la capital catalana. Si recibiera ahora una tentadora oferta de la Premier, Bravo cambiaría de equipo sin problemas. Sabe que el Barça pide 20 millones de euros por él.

Ter Stegen y Bravo apenas se hablaban. Ahora, la convivencia todavía será más difícil. Bravo está muy dolido con los métodos de su compañero y el alemán vive en su mundo. Pasa de relacionarse con la mayoría de sus compañeros y exige una titularidad que pone contra las cuerdas a Luis Enrique. Hace dos años, curiosamente, el técnico asturiano pidió el fichaje del chileno. Por entonces, Zubizarreta ya había contratado a Ter Stegen.