Lo que pasó en el vestuario del Barça al final del partido de Mestalla

Tristeza. Frustración. Rabia. Los jugadores del FC Barcelona estaban muy tocados al acabar el partido de Mestalla. El equipo de Luis Enrique jugó mucho mejor que el Valencia, pero no supo aniquilar al rival cuando más tocado estaba y en una contra llegó el gol de Santi Mina que costó dos puntos. Decepcionados, los futbolistas hicieron autocrítica.

El Barça perdió una gran oportunidad para encarrilar la Liga con otra victoria de prestigio en Mestalla. «Hemos de ser más contundentes», asumió un jugador en el vestuario. «Hemos pecado de exceso de confianza», argumentó otro. La sensación generalizada fue que perdonaron al Valencia y no supieron cerrar un partido que tenían perfectamente controlado.

Un empate en Valencia, en otros tiempos, hubiera sido celebrado por la plantilla del Barça. Ahora, no. Y menos después de tener más del 70% de posesión del balón y de desaprovechar claras ocasiones de gol. El conjunto de Voro apenas llegó tres veces ante Bravo. Y en una marcó, tras un córner mal lanzado por el cuadro azulgrana.