Las claves ocultas en la negociación del ‘caso Neymar’

Bartomeu ratifica el acuerdo para evitar el banquillo de los acusados y pone su cargo a disposición de los socios

Josep María Bartomeu ha ratificado este lunes el acuerdo para zanjar el caso Neymar. Se trata de un «pacto espectacular», según aseguran a GOL fuentes del club. Sin embargo, supone inculpar al Barça como club y pagar una multa de 5,5 millones de euros para liberar tanto al propio Bartomeu como a Sandro Rosell de sentarse en el banquillo de los acusados. La decisión se ha tomado por mayoría tras una reunión ordinaria de siete horas celebrada por la junta directiva del FC Barcelona: 14 votos a favor, dos en contra y dos abstenciones. 

Muchas voces de la oposición se han alzado en contra de este acuerdo. Especialmente las de Toni Freixa y Joan Laporta, ambos abogados. El primero aseguró recientemente en Twitter que no permitirá que esto ocurra, mientras que el ex presidente azulgrana amenazó con llevar a Bartomeu y Rosell a los tribunales de justicia. El presidente del Barça ha dicho que pondrá su cargo y el de sus compañeros a disposición de los socios en la próxima asamblea de socios compromisarios. 

Detrás de la decisión que anunciaba este lunes Bartomeu, descartando la posibilidad de que se celebre una asamblea de socios extraordinaria para votar el acuerdo, se esconde una ardua y prolongada negociación de seis meses que lideraron los abogados José Ángel González Franco (defensor de Bartomeu) y Cristóbal Martell (defensor del club). Ambos, junto al fiscalista Ricardo Riverola –asesor del Barça desde que se destapó el caso Neymar– y al responsable jurídico del club, Román Gómez Ponti, expusieron la situación en junta extraordinaria el pasado viernes.

Sin penas de cárcel

De los tres delitos (2011, 2013 y 2014) que iban a ser enjuiciados en la Audiencia Provincial de Barcelona –el mismo escenario donde se sentó recientemente Leo Messi–, solamente se consideran cometidos dos de ellos en el acuerdo ratificado este lunes: los dos primeros, relativos a hechos producidos con Rosell como presidente. El de 2014, único que le imputaban a Bartomeu, ha sido desestimado, excluido del pacto por el que el Barça como club se considera culpable.  

Fuentes de la directiva aseguran que «lo vendieron como un acuerdo de película que ayudará a cerrar por fin un asunto que lleva mucho tiempo dañando al club y a Neymar». Los motivos son obvios: tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado pedían elevadas penas de prisión para Rosell (siete años y ocho meses) y Bartomeu (dos años y tres meses), además de una multa al club de 63 millones de euros.

Con el acuerdo alcanzado, no solo liberan a los dos empresarios de las penas de cárcel, sino que la multa se ve reducida de forma muy significativa: de esos 63 millones a tan solo 5,5 millones. Siguen siendo cantidades muy elevadas, pero la diferencia salta a la vista. La teoría que manejan es que «Hacienda se ha dado cuenta de que lo tenían complicado y ante la posibilidad de quedarse sin nada han preferido coger esos cinco millones». Además, ello implica reconocer que los 40 millones de euros pagados a Neymar eran en concepto de salario, lo que ayudará a zanjar la querella interpuesta por el grupo DIS. 

Contradicciones

Es llamativo el acuerdo ya que en estos casos –así le ocurrió a Javier Mascherano, por ejemplo– la Fiscalía suele exigir que una persona física asuma alguna pequeña pena de prisión, aunque no se llegue a producir nunca el ingreso en la cárcel. Esta fue la gran traba en las anteriores negociaciones, cuando el caso estaba en la Audiencia Nacional. Rosell jamás quiso asumir pena de prisión alguna y, solo por este motivo, no se llegó a cerrar ningún acuerdo, como ya contamos en su día. Esto ha podido resolverse con el argumento de que no hay ánimo de lucro ni para Bartomeu ni para Rosell, ya que no son propietarios del club. 

Las fuentes consultadas aseguran que «el club ha sido muy reticente en todo momento a aceptar el acuerdo porque consideran que no son culpables, insisten en que son inocentes». Además, esto supone ir en contra de las palabras que pronunció el propio Bartomeu en su momento. El presidente del Barça siempre dijo que llegaría hasta el final para demostrar su inocencia. No será así.