Las bocas que tapa Iniesta dentro del Barça

El buen partido del capitán desarma a los detractores del futbolista dos años antes de que termine su contrato

Andrés Iniesta mejora con el paso de los años. Como el buen vino. El capitán del Barça estuvo sublime en la final de la Copa del Rey contra el Sevilla. Él mejor que nadie interpretó las necesidades del equipo azulgrana en un partido de alta intensidad. Se sacrificó en defensa cuando el Barcelona palidecía y desequilibró en ataque cuando el rival bajó su dominio. Su portentosa actuación silenció a sus detractores y a quienes se han posicionado en contra de una nueva renovación contractual.

La del Calderón fue su mejor actuación del año. Iniesta fue el mejor argumento del Barça para contrarrestar la superioridad numérica del Sevilla. Cada vez que tocaba el balón, el rival sufría y se empequeñecía.  Siempre encontró los espacios necesarios para castigar al grupo de Emery y se asoció perfectamente con Messi y Neymar.

Renovación

Iniesta jugó de maravilla. El Sevilla nunca encontró el antídoto para frenarle. Ni tan siquiera Banega, hasta su expulsión, pudo frenar el festival del centrocampista manchego. En el segundo tiempo y en la prórroga, el capitán lo hizo todo bien, o casi. La afición azulgrana coreó su nombre en varias ocasiones y la sevillista aplaudió alguna acción suya. Andrés fue el mago que lo cambió todo.

Iniesta, de 32 años, tiene contrato con el Barça hasta junio de 2018. Pronto tocará hablar de su renovación. Las dudas de hace unos meses han quedado totalmente disipadas. Don Andrés ha alcanzado su plena madurez y es el mejor argumento de un equipo que no se cansa de ganar. Tiene cuerda para rato y el club debe premiar su rendimiento.