Pintan bastos. El culebrón de Paul Pogba con el Real Madrid parece que está más que complicado. Florentino Pérez empezó muy fuerte la puja por el jugador, pero a medida que pasaban los días se iba deshinchando. Y es que las demandas de la Juventus eran inasequibles para los intereses madridistas. Zinedine Zidane y el mandamás blanco se marcaron al franco-guineano como prioridad máxima en este merado de fichajes, pero la realidad es que no lo iban a dar todo por el futbolista. 100 millones de euros les parecía una cifra desorbitada por el jugador.
Sin embargo, el magnate merengue tenía esperanza que la Juve recapacitará. Aun así, lejos de hacerlo, el club italiano ha dificultado la situación más. Y es que al entrar un tercero en discordia, el Manchester United, la situación dio un cambio inesperado. Mourinho tiene entre ceja y ceja al jugador, por lo que ha pedido al club inglés que lo de todo por el centrocampista francés. Frente a ello, Florentino no está dispuesto a entrar al trapo, por lo que parece que cada día los rojos se acercan más al jugador.
La llamada de socorro
En este sentido, Pogba es consciente que su futuro cada día está más cerca de Manchester. Sin embargo, su preferencia es aterrizar en el Santiago Bernabéu. Por ello, no ha dudado en llamar a Zidane para pedirle ayuda. Según desvela El confidencial, el francés llamó al técnico blanco como intento desesperado para que evitase su marcha al United. Y es que Paul sabe que si el Madrid no lo remedia, terminará a las órdenes de Mourinho.
El internacional con Francia no quiere volver a Old Trafford, ya que guarda rencor al modo en el que el club le dejó marchar. Aun así, si no encuentra otra salida deberá aceptar la oferta de los ingleses y volver a la Premier. En este sentido, parece que Zidane no calmó sus necesidades. No puede hacer nada. Y es que tras la Eurocopa perdida en la final, parece que Florentino decidió no ir a por todas a por Pogba. De hecho, es un jugador que gusta mucho a Zidane por su talante físico y su enorme proyección futbolística, pero la última palabra la tiene el mandamás blanco. El futuro del francés cada día está más lejos del Real Madrid.
