La última cena: la traición de Keylor Navas

El portero toma partido por Zinedine Zidane en detrimento de su gran defensor, Rafa Benítez

Rafa Benítez sigue alucinando con las vivencias de su efímera etapa en el banquillo del Real Madrid. El técnico nunca imaginó el grado de descontento que causó entre los futbolistas. Es cierto que tenía localizados algunos focos de conflicto, como James y Cristiano, pero otros los está descubriendo tras su salida del club. Benítez ni siquiera tiene el cariño de aquellos jugadores por los que dio la cara en su fugaz paso por el Bernabéu. El último en disparar es el portero Keylor Navas.

Benítez está especialmente dolido con Sergio Ramos, uno de los cabecillas de su despido. El técnico siempre defendió al capitán cuando sonaba para el Manchester United, ante el encallo en las negociaciones de renovación con el Real. Se sentó con él y le pidió que se quedara. Ramos, posteriormente, le dio la puntilla. Seguro que lo hizo por el bien del equipo, para buscar un revulsivo, pero para Benítez ha quedado retratado. Y las últimas palabras de Keylor han dejado el mismo sabor de boca en el preparador de Parla.

El desconsuelo

Navas ha acudido esta semana a El Hormiguero (Antena3), donde más allá de mostrar sus dotes con la peonza y el baile, ha repasado la actualidad del Real Madrid. El portero, siempre prudente, se destapó ante la pregunta del relevo en el banquillo: «Todos somos conscientes de que había que tomar un respiro, estábamos haciendo las cosas mal». Estas palabras demuestran el compromiso con el equipo y la necesidad de buscar soluciones, pero también le retratan ante Benítez.

Benítez fue, curiosamente, uno de los grandes consuelos de Keylor y familia cuando estalló el polémico no fichaje de David de Gea sobre la bocina. La llegada del guardavalla español suponía la salida de Navas rumbo Manchester. El tico lloró como un niño ante tal situación. Esa noche, incluso Rafa cenó con él, con su mujer, la modelo Andrea Salas, y el representante del futbolista. En las fechas posteriores, el técnico le dio su apoyo y lo puso en valor. Fue el hombro sobre el que lloró. Hubo cierta complicidad. Por ello no entiende las declaraciones de Keylor en televisión. Aunque el metódico y estudioso Benítez se huele que pudo haber una orden de club para que el tico vendiese lo bien que están ahora y diese ánimos y esperanzas a los aficionados.