La tomadura de pelo más bestia a Florentino Pérez tiene un episodio final

El Real Madrid busca resolver el gran fiasco de los últimos años

Bueno, bonito y barato. Así es como se lo vendieron a Florentino Pérez y así es como ahora el Real Madrid intenta colocarlo en algún equipo. Una tarea muy difícil después del ridículo de un fichaje llamado a tocar la goria que se estrelló estrepitosamente.

Dos años después de su llegada al Santiago BernabéuLucas Silva sigue sin justificar ni uno de los 14 millones que el Madrid pagó al Cruzeiro en enero de 2015 por su traspaso.

El «nuevo Busquets»

El brasileño llegó al conjunto blanco cuando Carlo Ancelotti pidió al presidente un mediocentro que tapase la marcha de Xabi Alonso al Bayern de Múnich.

El hombre de confianza del dirigente madridista en el mercado brasileño, Juni Calafat, le recomendó su fichaje asegurando que el centrocampista estaba «llamado a ser el nuevo Sergio Busquets«.

Nada más lejos de la realidad. Después de seis meses en los que apenas participó en nueve partidos, Silva hizo las maletas rumbo al Olympique de Marsella, donde completó una temporada en calidad de cedido.

Otra temporada para olvidar

Ni tuvo el protagonismo que se esperaba en un equipo a priori más pequeño donde no iba a tener tanta presión, ni demostró nada cuando tuvo la oportunidad. El resultado no podía ser otro que la vuelta al conjunto blanco.

Zinedine Zidane tampoco cuenta con él. La idea en Chamartín es aprovechar la apertura del mercado invernal abierto para buscarle una salida cuanto antes.

Uno de los destinos podría ser el Crotone de la Serie A, que ha preguntado por él y estaría dispuesto a hacerse cargo del fichaje. El que iba a ser el «nuevo Busquets» va camino de terminar perdido en la media tabla italiana.