La sombra de Joan Laporta vuelve a planear sobre el Barça

El ex presidente pudo influir a Jordi Cases en su demanda al club por el fichaje de Neymar

El nombre del expresidente culé Joan Laporta vuelve a oírse por las instalaciones del FC Barcelona por dos motivos fundamentales. El primero es por una celebración sonada, junto a varios amigos, en el restaurante de un amigo suyo en la zona alta de Barcelona, donde iba a menudo cuando tenía responsabilidades en el club. Y, como entonces, el grupo acabó cerrando el local. No hay que olvidar que el restaurante es propiedad de un amigo de Laporta, al que la empresa Método 3 investigó por si podía ser una «amistad peligrosa» del entonces presidente blaugrana.

En el informe que se hizo del dueño del restaurante se recoge una larga conversación de los detectives con el mismo, que fue grabada subrepticiamente. El investigado alardeaba de su amistad y su ascendencia sobre Laporta, aunque no desveló nada del otro mundo respecto al mandatario culé. El expediente llevaba el número 20.383, costó 5.000 euros al Barça y fue archivado bajo el concepto de «Presidencia. Seguridad señor Laporta».

Pero su nombre ha vuelto a saltar a la palestra debido a informaciones confidenciales llegadas a las dependencias del Barça. Según esas informaciones, Jordi Cases, el socio que denunció ante los tribunales el fichaje de Neymar, podría haber estado mediatizado por Joan Laporta. Al parecer, ha habido algunas conversaciones privadas en las que el socio culé habría admitido contactos con el despacho profesional de Laporta antes de la interposición de la querella y en los meses posteriores a su presentación. A causa de esa iniciativa, fueron imputados el expresidente Sandro Rosell, y el actual máximo mandatario, Josep Maria Bartomeu.

Maniobra contra Rosell

De hecho, siempre se había sospechado que Laporta podía tener algo que ver en la maniobra contra su sucesor, Sandro Rosell, aunque jamás se presentó prueba alguna que avalase esa teoría. Con los nuevos datos que se manejan, se arrojaría alguna luz sobre el asunto.

Estas mismas informaciones también apuntan hacia la interferencia de algunos despachos de Madrid a lo largo de ese misterioso episodio. Aunque el tema está aún en fase de investigación, esos despachos podrían tener relación con un magnate de la capital española cuya relación con Sandro Rosell no fue particularmente fluida pero que, en cambio, mantenía excelentes vinculaciones con Joan Laporta. Existe una investigación abierta sobre ese perverso triángulo que podría deparar muchas sorpresas en un futuro no muy lejano.