La risita de James Rodríguez retrata al Real Madrid

El '10' es uno de los jugadores menos afectados por la derrota en Wolfsburgo

James Rodríguez era uno de los futbolistas menos afectados por la derrota del Real Madrid en Alemania. El futbolista lleva una temporada muy complicada en el aspecto deportivo y personal, con bajo rendimiento, rajadas en público, enfrentamientos con los técnicos y muchas fiestas. Un cóctel que le ha llevado al banquillo. Rafa Benítez no pudo recuperarlo. Tampoco Zinedine Zidane. A pesar de ello, disputó unos minutos en Wolfsburgo. No hizo nada bueno. Y sonrió, antes, durante y después del partido.

El 10 entró en el 85 en el lugar de Toni Kroos. Jugó los últimos minutos del partido y el tiempo adicional, cuatro más. No se le vio. Cinco pases (eso sí, completados con éxito) fue su aportación al equipo. En el regreso tampoco se mostró muy afectado. Al contrario. Incluso en el mismo estadio esbozó una sonrisa cuando los periodistas intentaron sacarle unas palabras. Estaba vetado por el club. Otros compañeros estaban molestos con la situación. Enfadados. Avergonzados.

James ni siquiera abrió la boca para decir que no podía hablar. Señaló al responsable de prensa del Madrid que lo acompañaba y el mensaje quedó claro. El club prohibió sus declaraciones. Eso sí, ante la insistencia de los medios, de si hablaría si le dejasen, sonrió e hizo un gesto de afirmación. Rodríguez está perdido para esta temporada, después de un primer año sobresaliente. El Real debe decidir si lo vende o se arriesga a tenerlo otra temporada.