La revolución galáctica de Florentino Pérez se atasca

El Real Madrid tiene muchos problemas para fichar a una estrella y se conforma con negociar con jóvenes promesas

Florentino Pérez ya no es creíble. Al menos, para las grandes estrellas del fútbol. La falta de un proyecto estable y definido en el Real Madrid motiva que algunos jugadores rechacen la posibilidad de jugar en el club blanco. Neymar rechazó los cantos de sirena del presidente de ACS, Pogba no parece demasiado receptivo y Lewandowski frenó un acuerdo verbal con el Madrid, que cambiará de estrategia en verano y deberá conformarse con segundas o terceras opciones. Con futbolista con poco glamur.

El Madrid del futuro, por mucho que le duela a Florentino Pérez, podría ser un equipo menos galáctico, sobre todo si se confirman las salidas de Cristiano Ronaldo y James Rodríguez, a quien el presidente ya ha puesto en el mercado. El nuevo escenario no parece preocupar demasiado a Zidane, pero es un duro golpe para el presidente de ACS, que siempre ha intentado fichar a jugadores con un gran impacto comercial.

Zidane busca alternativas en el mercado. Un jugador del que tienen buenos informes en el Bernabéu es Dele Alli, un centrocampista todoterreno del Tottenham de 19 años. De él dicen que es el nuevo Gerrard o el nuevo Lampard por su gran despliegue en el campo y por su buen manejo del balón. Mauricio Pochettino, actual entrenador del equipo londinense, ha apostado muy fuerte por él.

Tottenham, 42 partidos y siete goles

Dele Alli ha jugado 42 partidos con el Tottenham. Suma ya siete goles y en el Madrid consideran que podría ser el relevo ideal para Isco y James en el centro del campo. Es un jugador con mucho despliegue físico que podría resolver los desequilibrios en la zona ancha.

Florentino Pérez, de momento, calla, pero sabe que necesitará un fichaje de campanillas para contentar a la afición si el Madrid no gana este año la Champions. El socio madridista ya le señala como el principal responsable de la actual crisis deportiva y el presidente necesita un golpe de efecto. De momento, se le resiste.