La puñalada de Florentino Pérez a James Rodríguez (y la venganza del crack Real Madrid)

El caso del colombiano se complica

La situación de James Rodríguez en el Real Madrid se complica. Todo apuntaba a que finalmente abandonaría el club de Concha Espina este verano, pero el asunto podría no llegar a buen puerto.

El colombiano lleva meses más fuera que dentro. De hecho, en el último partido disputado en el Santiago Bernabéu esta temporada el ‘cafetero’ fue sustituido y su reacción fue la propia de un futbolista que sabe que está saboreando los últimos segundos vestido de blanco.

El media punta dio una vuelta sobre sí mismo mientras aplaudía a los aficionados, que le dedicaron la que debía ser la última ovación al sudamericano.  

Tiene la cruz del míster

Su mala relación con Zinedine Zidane y el poco protagonismo que ha tenido este año en el equipo han llevado al centrocampista a tomar la decisión de dejar el Real. Por su parte, el míster y los responsables habían dado el visto bueno a su salida.

Sin embargo, las ofertas que llegan no convencen al club. El Real Madrid pagó 80 millones de euros al Mónaco en el verano del 2014, y en la T4 del Santiago Bernabéu no piensan dejarlo salir por una cifra que no iguale el montante por el que lo compraron al club monegasco.

Las propuestas que llegan a los despachos de Chamartín no superan los 40 ‘kilos’, y Florentino no está dispuesto a perder en la operación.

El órdago de James

Por su parte, James ha reaccionado a este panorama. El ’10’ merengue no está dispuesto a seguir siendo carne de banquillo una temporada más y ha lanzado un órdago a los mandatarios. Si no tiene minutos, al menos, quiere asegurarse el futuro.

Al colombiano le quedan tres años de contrato y le ha exigido al presidente que si no le deja salir le amplíe el contrato y le ponga una ficha al nivel de lo que le ofrecen sus pretendientes. el Manchester United y el Chelsea son dos de los que han llamado a la puerta con más insistencia. Y no son los únicos.

Si no es así, amenaza con convertirse en un caso Isco a largo plazo. Avisa que si no ceden ante alguna de sus pretensiones se convertirá en un polvorín en el vestuario y terminará dejando al club sin ingresar ni un euro por su traspaso dentro de tres años. La pelota está ahora en el tejado de Florentino Pérez.