La promesa de Messi que no va a gustar nada a los aficiones del Barça: Joan Laporta no podrá hacer nada

Hubo momentos del partido disputado entre el Valencia y el FC Barcelona este domingo en Mestalla en los que el terror invadió a los aficionados culés. Y no porque el resultado y la victoria peligraron el varios momentos. Lo que realmente causó pavor a los blaugrana fue el rostro de Leo Messi. El argentino recuperó por momentos ese gesto de decepción y tristeza que le acompañó durante toda la primera vuelta de la Liga y que también se le ha visto en las noches más tristes de la Champions League.

Una mueca que se le vio al argentino en varias ocasiones. Una fue tras el primer gol del Valencia. Otra se dio después de marcar el empate. A pesar de anotar al final de la jugada, a Leo le afectó haber fallado la pena máxima. Y es que fue la segunda vez que el de Rosario falla un penalti decisivo esta temporada. El otro lo erró en el partido de vuelta de los octavos de final contra el Paris Saint-Germain. Si aquel día Leo hubiera marcado desde los once metros antes del descanso, el desenlace de la eliminatoria podría haber sido otro.

Messi recupera su gesto más preocupante

Pero volvamos al rostro de Messi. También se le vio cuando Carlos Soler anotó el 2-3.  Y a ello le siguieron unos cuantos aspavientos en los últimos minutos, reclamando al equipo el control del balón y teniendo que bajar él para retener la posesión.

Un gesto serio que contrasta con las sonrisas que le hemos visto en los últimos meses. Sobre todo en la final de la Copa del Rey. Y también anoche cuando Antoine Griezmann anotó el 1-2.

Las sonrisas de Messi esconden un secreto

Esta alegría ha sido interpretada en muchos sectores como la ilusión de Messi por quedarse en el Barça. Sin embargo, esa sonrisa responde a otra cosa que no gustará nada a la afición culé. Y es que ello tiene que ver con la decisión que ha tomado sobre su futuro.

Porque  Messi sigue pensando en abandonar el club a final de temporada. Pero no quiere irse sin ganar nada y emitir la sensación de que ha dejado tirado al Barça. Lo quiere hacer culminando una buena campaña. Y es que sus intenciones pasan por abandonar el Camp Nou por la puerta grande y levantando el doblete. Y su sonrisa refleja que tiene su objetivo al alcance. Si gana la Liga, se va. Y Joan Laporta no podrá hacer nada.