La penosa historia no contada de la llegada de Rafa Benítez al Real Madrid

El técnico, con el agua al cuello tras el infructuoso paso por el Nápoles

Rafa Benítez es el Justino de los banquillos: le tocó la lotería con la llamada del Real Madrid. El técnico estaba a punto de cumplir su contrato con el Nápoles y comenzó a tocar a las puertas de los grandes de Europa sin éxito. Abocado a un año sabático, insufrible para un técnico que prioriza el fútbol a todo lo demás, negoció un acuerdo a la baja con el West Ham. Florentino Pérez le salvó de este mal trago. Frenó su caída en picado.

Las opciones de Benítez pasaban por un regreso a la Premier League. Sin opciones en el Barça, en el Atlético, en el Valencia, ni en el Madrid (a priori), el técnico contactó, a través de su agente, con los equipos ingleses. Tuvo respuesta negativa de Liverpool, al que años antes llevó a la conquista de la Champions, y del Manchester City, que apostó por la continuidad de un tocado Manuel Pellegrini antes que por él. Así que se lanzó a la desesperada a por el West Ham.

El West Ham no era en ningún caso la primera opción de Benítez. Incluso el presidente del Nápoles insinuó que podría ofrecerle un contrato de cinco años. Palabras que se llevó el viento. El técnico, sin embargo, priorizó la peor de sus alternativas antes que permanecer un año en el sofá de casa de brazos cruzados. Hasta que llegó el Madrid ante la insistencia del director general, José Ángel Sánchez. Pero pocos meses después todo el mundo cuestiona sus métodos.