La oferta prohibida del Barça a Neymar

Hay un límite que el club azulgrana no puede traspasar por dos motivos

El FC Barcelona va loco por renovar a Neymar Júnior. El ejecutivo del área de fútbol Raúl Sanllehí hace días que se desplazó a Brasil para tratar de acercar posturas con la familia Neymar, algo menos receptiva de lo que es habitual. El club azulgrana quiere cerrar cuanto antes el asunto, toda vez que las partes alcanzaron un preacuerdo en el mes de febrero. Sin embargo, el nuevo escenario complica la renovación. El Barça tiene unos límites.

La oferta prohibida del Barça a Neymar es aquella que las instancias económicas del club han puesto en alerta roja. GOL anticipó hace varios meses que el Barça estaría dispuesto a pagar a Neymar un salario bruto máximo de entre 25 y 30 millones de euros –cifras equivalentes a los 15 millones de euros netos que se están comentando en los últimos días– para renovar. Todo lo que sea superar estas cifras está taxativamente prohibido.

Hay que tener en cuenta que Leo Messi, el mejor jugador del mundo, está percibiendo en la actualidad unos 45 millones de euros brutos. Probablemente llegará a 50 millones el próximo curso, fruto de un acuerdo de renovación muy complejo que se fraguó en mayo de 2014 después de que la familia Messi conociera los detalles económicos de la operación Neymar. Sin embargo, el curso pasado el astro argentino cobró unos 22 millones brutos y ya era el mejor.

Doble problemática

Por tanto, el club considera desfasado pagar estas cantidades a un jugador con mucho futuro por delante pero que todavía tiene que demostrar que puede ser el mejor. El problema son las presiones de un mercado económico cada vez más desfasado, donde el PSG, el Manchester United y el Real Madrid han adquirido especial protagonismo.

Las órdenes del club son claras en este sentido. Pagar más de 30 millones brutos a Neymar puede suponer un doble conflicto: por un lado, con Messi, que exigiría otro salto económico probablemente insostenible para el club, además de lo que ello pudiese ocasionar en el vestuario. Por el otro, un grave problema de tesorería ya que el Barça no podría hacer frente a fichas tan elevadas y al proyecto de remodelación del Camp Nou.