La mentira de Luis Enrique

El técnico defiende lo indefendible y expresa lo contrario a lo que piensa

«Después de verles las caras al volver de las selecciones puedo asegurar que están como locos por ganar». Esta fue una de las frases de Luis Enrique en la previa del clásico. El técnico del Barça sabía que estaba contando la realidad totalmente distorsionada. Por la cabeza del entrenador pasaba todo lo contrario. Lucho, de hecho, había pedido más mala leche a sus jugadores durante la semana, tal y como explicó Diario Gol. El clásico confirmó los temores y las sensaciones.

La verdad es que Luis Enrique vivió el partido con enfado, especialmente en los últimos 20 minutos. Su rostro en el área técnica lo decía todo. Lejos de ver los rostros motivados, Lucho se encontró con una plantilla menos motivada que en otras ocasiones. Despistada. La ventaja en la Liga, la Champions, los homenajes a Cruyff y el parón de selecciones destensaron al grupo. El técnico intentó revertir la situación durante la semana, pero no lo logró.

En rueda de prensa, Luis Enrique interpretó un papel. Defendió a sus jugadores, de quienes dijo sentir orgullo porque lo habían dado todo. Negó la mayor, a pesar de que el cuerpo le pedía otra cosa. Lucho asume también que esto es fútbol y que en algún momento tenía que romperse la racha de imbatibilidades. Han dejado la marca en 39 jornadas. Y todavía aspiran a otro triplete. Eso no quita el enfado de un técnico siempre exigente.