La manzana que pudre el vestuario del Real Madrid: Sergio Ramos

El ambiente sigue tenso y convulso a pesar de la victoria frente al Sevilla

Zinedine Zidane sigue empeñado en hacer limpieza en el vestuario blanco. El buen partido del primer equipo blanco contra el Sevilla (4-0) ha calmado algunas preocupaciones, pero el ambiente tenso y convulso todavía reina en Valdebebas. Zidane sigue empeñado en acabar con las manzanas podridas. Una de ellas pasa más desapercibida que el resto: Sergio Ramos.

El central de Camas está señalado. Al igual que Isco y James, los principales componentes de la denominada lista negra, Ramos tampoco jugó contra el Sevilla. Estaba expulsado. Sin ninguno de los tres sobre el tapete, el Madrid de Zidane hizo su mejor partido del curso.

Ramos se ha convertido en el cabecilla del vestuario. Es el jugador que corta el bacalao, defiende los intereses de los jugadores, busca tratos de favor y levanta la voz cuando hace falta. Sus años de experiencia en el Madrid y las influencias de Iker Casillas le han convertido en un perfecto conocedor de la prensa, a la que supo utilizar para sellar su renovación de oro.

Sin embargo, la realidad es que el mejor Ramos hace tiempo que no está. Se esfumó con la Décima, tras una temporada de ensueño en la que marcó goles decisivo y frustró a los mejores delanteros. Aquel gran año le dio galones y fuerza para presionar. Sus dos últimas temporadas, no obstante, le están restando el crédito ganado. Su continuidad en el Madrid no está garantizada.