La mano de la Generalitat de Catalunya en el intento de suspensión del Barça-Las Palmas

El gobierno catalán influye en la decisión del club azulgrana

Aquí no juega nadie. Catalunya se mueve en la sombra. Las órdenes que salen del Palau de la Generalitat apuntan en una sola dirección: movilizar/paralizar el país.

Las fuentes a las que ha podido tener acceso Diario Gol avisan de presiones al más alto nivel para interferir en la dispuesta del partido entre Barça y Las Palmas en el Camp Nou.

Estas mismas voces avisan de que existe un interés fehaciente en transmitir al resto del mundo un estado de excepcionalidad que magnifique el foco sobre la causa catalana.

Varios jugadores del Barça estaban más que dispuestos a calzarse las botas para disputar el encuentro con normalidad desde el inicio de la jornada. Aunque no todos opinaban igual.

La línea de pensamiento liderada por Gerard Piqué ganaba fuerza junto al sector más radical de la junta del Barça que preside Josep Maria Bartomeu, influido por las peticiones/consejos que llegaban desde el Palau de la Generalitat, que se negaban a disputar un partid que se jugará, finalmente, a puerta cerrada. 

Desde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), así como desde La Liga, se avisaba de que no había ningún motivo tangible por el que dictaminar la suspensión del choque, y que la decisión ha sido tomada de forma unilateral por un FC Barcelona que podría verse abocado a la pérdida de los tres puntos en juego en caso de no disputar el duelo.

Unas presiones desde la Secretaria General de l’Esport de la Generalitat a las que ha claudicado la Federación Catalana de Fútbol (FCF) que ha decidido suspender todos los encuentros que debían disputarse en la jornada de hoy domingo a partir de las 14h