La guerra subterránea en el Barça

El 'caso Neymar' aviva el enfrentamiento entre Bartomeu, Rosell y Laporta

El FC Barcelona está preparando una contraofensiva ante los últimos movimientos tácticos que ha protagonizado el ex presidente Joan Laporta. Éste ha amagado con la presentación de una «moción de censura», aunque en realidad todo son, de momento, salvas, a pesar de que la venganza es un plato que se sirve frío. Por el momento, este mismo lunes se ha topado con la negativa del Ministerio Público para personarse en calidad de acusación particular en el denominado, y polémico, caso Neymar.

Hace escasos días que Laporta reclamó una «reacción» a los socios culés tras el pacto del Barça con Fiscalía en el caso Neymar. Ese pacto prevé que el club se declara culpable de un delito fiscal y acepta pagar 5,5 millones de euros más para zanjar el tema, pero al mismo tiempo exonera a las personas físicas que estaban acusadas en el sumario. Es decir, que quedan sin responsabilidad alguna Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu.

«Es un aprovechado»

Ante ello, Laporta aseguró que «lo único que quieren es salvar su culo. Debe haber movilización para que no sigan en el club. La dignidad del Barça no se pacta, se defiende». Y a renglón seguido, clamaba que «la reacción de los socios debe ser unánime. Hay que estudiar las acciones que se pueden interponer». Y al final, zanjó: «Si no dimiten inmediatamente, haremos que se vayan con una moción de censura».

Para el club, «Laporta es un aprovechado». El ex presidente, asegura un miembro de la junta, «ha visto ahora la ocasión para devolver el golpe por la denuncia de responsabilidad que la primera directiva de Sandro Rosell llevó a la asamblea. En aquel momento, se promovieron acciones judiciales porque su actuación había afectado al patrimonio del club y ahora él se aferra a este mismo argumento para atacar a la directiva».

«Le plantaremos cara»

En definitiva, Laporta devuelve la pelota a Bartomeu, que ya entonces oficiaba como el hombre fuerte de Rosell para los temas deportivos. «Pero estamos seguros de que no se atreverá a presentar una moción porque sabe que la perdería», opinan. Ello, por dos razones fundamentales. La primera es que los éxitos deportivos hacen que la directiva tenga la confianza del socio. Y la segunda, porque es una mala época para presentar una iniciativa de estas características, con las vacaciones a la vuelta de la esquina y el inicio de temporada a continuación.

De todos modos, en la cúpula culé admiten que «estas cosas, a los socios les llaman la atención y pueden provocar algún desgaste, pero nada más. Pero, por si acaso, estamos preparados para una batalla de estas características. Si Laporta intenta algo en este terreno, le plantaremos cara. Que no lo dude».