La enganchada más bestia de Florentino Pérez con un crack del Real Madrid de Zidane («Estás acabado»)

El presidente no permite que nadie se ponga por delante del club

Florentino Pérez
Florentino Pérez

A punto de estallar. La situación de Isco Alarcón se complica un poco más a cada día que pasa. Se acerca la fecha en que el malagueño deberá decidir y las presiones en el Real Madrid son cada vez más fuertes.

Desde la entidad insisten en renovar al futbolista. La finalización de su contrato en el 2018 pone al club contra las cuerdas, que quiere evitar venderlo a cualquier precio este verano o que se vaya a coste cero el año que viene. Sobre todo se quiere evitar que pueda recalar en el FC Barcelona.

Las partes

Las ofertas que llegan, debido a situación contractual del malagueño, no cubren las pretensiones de Florentino Pérez. Y los capos del Beranbéu están encima para que el andaluz prolongue su acuerdo con el conjunto de Concha Espina.

Desde el entorno del centrocampista mueven ficha. Consideran que la oferta de renovación por parte del Real es una trampa. Sospechan que el único objetivo es conseguir más tiempo para venderlo a un precio mejor/mayor.

Avisan al ex del Málaga que él tiene la sartén por el mango y que la decisión final es suya. Y le insisten para que no desaproveche la situación de ventaja que mantiene en el asunto.

Sin embargo, el media punta está con la mosca detrás de la oreja. Isco teme que si tensa demasiado la cuerda, se rompa.

En el 2018 se celebra el Mundial de Rusia y tener minutos durante la temporada será imprescindible para entrar en la lista de Julen Lopetegui con la Roja.

Una amenaza

Y aquí es donde el Madrid pone las cartas sobre la mesa. Para los mandatarios, el club está por delante de cualquier jugador, y avisan a Isco: Si no renueva se quedará en la grada toda la temporada. Zidane tiene órdenes de liquidar a Alarcón. 

«Estás acabado». Las redes sociales estallan contra el jugador por las filtraciones que lo colocan en el Barça/City/PSG en un mal negocio para el Madrid. Y desde el Real no dudan en pintarle un año de terror si no prolonga su compromiso con el equipo blanco.

Las cartas están boca arriba. Por las dos partes. El asunto se enroca cada vez más y ninguno quiere dar su brazo a torcer. Y la historia sigue muy lejos de tener un final feliz.