La cláusula que tapa la boca a Rafa Benítez

El ex entrenador del Real Madrid sigue sin explicar el calvario que vivión en Concha Espina

Rafa Benítez se muerde la lengua. No puede hacer otra cosa. El ex técnico del Real Madrid sigue sin explicar a nadie el calvario que vivió en el banquillo del Bernabéu. Es una de las cláusulas de su contrato madridista. Para evitar tentaciones con los medios españoles, el preparador de Parla se ha exiliado a Wirral, una localidad cercana a Liverpool, a la espera de una oferta de la Premier League.

Benítez ha esperado un mes para hacer las primeras declaraciones públicas tras su despido del Real Madrid. Lo ha hecho a través de su página web, y para defender y felicitar al preparador físico de su staff, Paco de Miguel, por el trabajo realizado: «Siempre nos han permitido llegar a final de temporada en las mejores condiciones físicas». Mensaje encubierto. Estas palabras serán toda su crítica al Madrid, al menos, hasta verano, según acordó en su liquidación.

El entrenador firmó un contrato de tres temporadas, con derecho a indemnización si era destituido antes del 15 de enero del primer año, como así ocurrió. El Madrid se protegió las espaldas con una cláusula que impide a Benítez hablar mal de jugadores y directivos hasta el 30 de junio de 2016. El técnico tuvo los principales roces con Sergio Ramos y James Rodríguez, aunque la plantilla casi al completo estaba conforme con su salida del club.