La bronca de Sergio Ramos en el vestuario del Real Madrid

El defensa ejerce de capitán y canta la caña a sus compañeros

No se muerde la lengua. El capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, ejerce como tal dentro y fuera del vestuario. El defensa ha perdido cierto liderazgo por la actitud mostrada durante esta temporada, pero está demostrando que es capaz de gestionar todos los conflictos. Si tiene que abroncar en público a dos compañeros, lo hace.

Ramos llevó, el lunes en Valdebebas, la voz cantante en la reprimenda de la plantilla a James Rodríguez e Isco por la salida nocturna que protagonizaron los dos jugadores tras la derrota en el derbi. El capitán señaló a los protagonistas de la fiesta en Opium, les pidió compromiso y les dijo que, si tantas ganas tienen de diversión, que actúen con más discreción. Que en la situación del equipo es intolerable su actitud, y que se acabaron las fiestas mientras haya opciones de título en juego. Se refería a la Champions.

Si algo ha demostrado Sergio Ramos con el brazalete es su capacidad de gestionar los conflictos. El capitán mira primero por el bien del equipo. No dudó en presionar para la salida de Rafa Benítez y lideró las conversaciones para convencer a Zidane. Se mordió la lengua ante los medios sobre el antecesor de Zizou y lanzó una pullita al cuerpo médico cuando lo consideró. También movió hilos en el vestuario del Barça para calmar las bromas de Gerard Piqué. Pero ahora tiene otras guerras.