La alarma yihadista pone el clásico en el punto de mira

El Real Madrid-Barça es siempre un foco potencial de violencia y terrorismo por la repercusión que tiene en todo el mundo

Alerta máxima. Los atentados en la noche de París disparan las alarmas en España a una semana del clásico. El partido más internacional siempre es un foco peligroso por la repercusión que puede tener un acto terrorista durante el transcurso del mismo. El encuentro, tradicionalmente declarado de alto riesgo por las reyertas entre aficiones, sufre ahora el alto nivel de seguridad ante las amenazas yihadistas. Es, sin duda, un encuentro mucho más apetitoso para los asesinos que un amistoso entre Francia y Alemania y hay que estar preparado ante cualquier indicio.

España reforzará, más si cabe, los protocolos de seguridad con motivo del clásico. Es siempre un objetivo de los terroristas, que pueden difundir su mensaje por todo el mundo a través de los centenares de canales que emitirán el duelo estrella de la Liga. El Ministerio de Interior trabaja exitosamente sin descanso para mantener la seguridad de los ciudadanos. El clásico no será menos. La policía francesa, de hecho, detuvo en agosto en colaboración con la Guardia Civil a un retornado de Siria que tenía como objetivo atentar en salas de concierto y estadios de fútbol europeos. El riesgo siempre existe.

La realidad supera la ficción

Los atentados de París durante la celebración del Francia-Alemania de fútbol y la cercanía del clásico sugieren que, una vez más, la realidad puede superar la ficción. La recientemente publicada novela de Jordi Calvet, La espada de Alá, narra un atentado yihadista en el Camp Nou con motivo del Barça-Madrid. Detalla los disparos de los terroristas contra los jugadores de blanco, y el estallido de un coche bomba en un aparcamiento cercano al feudo azulgrana.

Un coche bomba fue, precisamente, lo que estalló en 2002 en los aledaños del Bernabéu. La banda terrorista ETA burló todas las barreras de seguridad y explosionó el vehículo en el lugar a tres horas del Madrid-Barça correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Champions. La detonación dejó algunos heridos leves y daños materiales. Los protocolos de seguridad han mejorado mucho desde entonces, y más en el momento que vive el mundo.