Joan Laporta guardó 40 millones para hacer estallar la gran bomba del Barça a partir del 1 de enero

Que el Barça necesita nuevos jugadores para reforzar su plantilla es una realidad. Este inicio de Liga presenta importantes faltas. Koeman tendrá que hacer malabares. No obstante, a partir del próximo 1 de enero todo puede cambiar. El club catalán se guarda unas balas en la recámara para el mercado de fichajes de invierno. Como ya hemos explicado anteriormente, los azulgrana quisieron un cambio por Griezmann. El francés por Joao Félix, sin embargo el Atlético de Madrid canceló esa operación.

El Barça ha hecho un rompecabezas para poder realizar algún fichaje. Jordi Alba y Sergio Busquets fueron los últimos en aceptar una rebaja salarial y con las salidas de Ilaix Moriba y Ermerson, más la marcha de Griezmann, el club había conseguido algo de liquidez.

El Barça prefiere esperar dada su mala situación económica

Recordemos que con la ficha del francés, al superar los 25 millones de euros, el club podía aplicar la regla 1-2 en el ‘fair play‘, es decir, que por cada dos millones que se liberaran de Griezmann, el Barça podía utilizar uno para fichar.

No obstante, en el Barça quisieron ser cautos y sabían perfectamente que se iba al mercado en el último día podrían pagar un precio más elevado por el jugador deseado. La directiva, con Joan Laporta a la cabeza, tras perder a Joao Félix, pensaron que lo mejor era fichar a De Jong, barato y del gusto del entrenador.

El Barça planea con calma fichar un jugador el próximo mes de enero. En la recámara tienen entre 30 a 40 millones para hacerlo. No pueden cometer ningún fallo, si no quieren que se vaya al trate la temporada. Estamos ante el año más difícil del club.

Ya sabemos que una de las opciones más claras sería el fichaje de Haaland, uno de los jugadores más deseados en la Liga. Sin embargo, este fichaje no se haría efectivo hasta el próximo verano. Se han llevado a cabo varias reuniones con Mino Raiola, con quién tienen muy buena relación.