Iniesta se las tuvo con Messi (y sus amigos)

El capitán del Barça termina ninguneado por sus propios compañeros

Andrés Iniesta es un buenazo. Exquisito como futbolista y dócil fuera del terreno de juego. Aunque es testarudo y le gusta salirse con la suya, adolece de autoridad en un vestuario plagado de estrellas de ámbito mundial.

El capitán del FC Barcelona fue ninguneado en la mañana del lunes cuando una serie de futbolistas con voz y voto desafiaron las ‘órdenes’ del manchego relativas a la gala del premio The Best, al que estaban nominados cuatro azulgrana: Messi, Suárez, Iniesta y Piqué.

El crack de Fuentealbilla solo cumplía otras órdenes que venían de arriba: «Tenemos que prepararnos para ir a la gala«. «Yo no voy a ninguna parte«, dijo uno de los pesos pesados.

Lionel Messi y Gerard Piqué lideraron el motín al nuevo premio de la FIFA. Se negaron a ir y convencieron al resto de compañeros para que no acudiesen junto a los otros siete miembros del once ideal del año: Cristiano, Modric, Kroos, Ramos, Marcelo, Dani Alves y Neuer.

Suárez, a lo que diga Messi

Luis Suárez, amigo inseparable de Messi, hizo lo mismo que el astro argentino. Sin embargo, para el uruguayo hubiese sido el estreno en una gala de este tipo ya que la de 2016 era su primera nominación en el once de FIFPro. Pero se la perdió.

Lo que dice Messi, y más si cuenta con el respaldo del ruidoso Piqué, está por encima. Tanto, que Iniesta no tuvo más remedio que callar –tras discutir largo y tendido el asunto para chocar una y otra vez contra dos muros de hormigón– y comunicar la decisión tomada a la cúpula del club.

En la junta directiva hubo reacciones de sorpresa. Nadie entendía lo que ocurría. Sin embargo, aceptaron la decisión de los futbolistas, que preferían preparar el duelo de Copa contra el Athletic Club.

Capitán y club, sin autoridad

El Barça adoleció de autoridad una vez más, ya que los intereses institucionales aconsejaban asistir al acto. El club azulgrana debe mejorar sus relaciones con la FIFA. También está peleado con la UEFA, la Liga y, ahora, con el comité de árbitros de la RFEF.

Messi y Piqué quedaron contentos. Se volvieron a salir con la suya, como de costumbre. Luis Enrique también estaba feliz, porque es muy poco amigo de todo aquello que tenga que ver con prensa, medios de comunicación, galas y fiestas. Los defendió.

El que se lo comió todo con patatas fue Iniesta. Que no contento con no poder convencer a sus compañeros, tuvo que dar la cara en un vídeo timorato pidiendo perdón que fue emitido en directo durante la gala de la FIFA. Un nuevo ridículo.